GUADALAJARA, JALISCO.- La inversión en tecnología es clave para incrementar entre 40 y 60 por ciento la producción de alimentos ante una mayor demanda que se espera para el 2050 cuando la población alcance los casi 10 mil millones de personas.
Eugenio Díaz-Bonilla, director del programa para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias (IFPRI), indicó que se necesita hacer una gran inversión en ciencia y tecnología.
Esto, porque por un lado está la tendencia de países europeos, entre otros, de evitar el consumo de carne roja por una cuestión ambiental y de salud; y por el otro, el cambio climático y el incremento de los fenómenos naturales demandarán innovación para que se genere tecnología e infraestructura que pueda soportar esos shocks ambientales y permitir las cosechas que produzcan el alimento necesario.
"Y no solamente poner más recursos sino también organizarnos mejor, entender cómo la ciencia está cambiando… se necesita pasar de la pura productividad por hectárea a tener más una productividad quizás ambiental, cuál es el impacto ambiental que tiene, el nivel de energía que se requiere producir, hay que rebajar el nivel de energía, de agua, de tierra que se necesita para generar una unidad de alimentos, todo eso requiere inversión", dijo Díaz-Bonilla en entrevista con El Financiero.
En América Latina, asegura el experto, se necesita que los gobiernos y los particulares apuesten más por la tecnología en el sector agroalimentario, ya que, de acuerdo con las cifras, la inversión está en niveles bajos.
Indicó que en países de la región como México, Brasil, Argentina y Chile, la inversión en investigación y desarrollo para el sector agropecuario es de 1 o poco más de 1 por ciento del PIB agropecuario en ciencia y tecnología, mientras que en países como Australia, Estados Unidos y naciones de Europa representan 4 o 5 por ciento del PIB agropecuario invertido en ciencia y tecnología.
"No digo que lleguemos al 4 o 5, pero sí necesitamos pasar quizás al dos", agregó.
México en la ola de demanda
De acuerdo con datos del Consejo Nacional Agropecuario, de 2005 a 2017, las exportaciones agroalimentarias de México crecieron 176 por ciento, casi 33 mil millones de dólares al año pasado; y además México es el doceavo productor de alimentos a nivel mundial, lo que establece una ventana de oportunidad en el escenario previamente mencionado.
Para lograr aprovechar la demanda "tenemos que hacer políticas públicas, el tema de poder generar políticas públicas que tengan una visión, acciones específicas, metas específicas en cada uno de los productos, en cada una de las regiones, en dónde somos más productivos, buscar cuáles son las vocaciones productivas en cada una de las regiones", aseguró Luis Fernando Haro, director general del CNA.
Haro menciona que el proceso electoral de este año forma parte importante para seguir aprovechando y encaminando el proyecto agroalimentario del país.
"Hoy viene un cambio de gobierno, le estamos presentando a los candidatos a la presidencia una propuesta del CNA, una propuesta de política pública de lo que nosotros consideramos, con acciones muy contundentes de qué es lo que hay que hacer, definimos seis modelos para todos los subsectores, tanto agrícola, como en horticultura, el tema pecuario, agroindustrial, forestal, pesquero y acuícola", dijo Haro.
Debemos "tener ese tema de la recomendación que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de que los países produzcan al menos el 75 por ciento de lo que consumen", señaló.
Agregó que las naciones están un poco lejos de lograrlo porque son productos como granos, oleaginosas y algunos cárnicos los que están dentro de esos temas deficitarios, aunque tengan un superávit en la producción de otros productos.