Con apenas 26 años, Zhang Xi estudió en una universidad estadounidense de elite, trabajó para un banco de inversión en Hong Kong y una compañía petrolera de Pekín y ahora podría fundar una startup de Internet con dos amigos.
Zhang, fanática del cine extranjero que cita de memoria frases de "Forrest Gump" en un inglés fluido, es el símbolo de una transformación de los trabajadores chinos que produce graduados universitarios en un país más conocido por sus operarios fabriles. "Simplemente no queremos quedar a un lado mientras ocurren cosas importantes", dice. "Los jóvenes en este momento tienen ante sí millones de posibles elecciones".
Algunas de esas elecciones podrían hacer temblar la economía mundial. Este año, cerca de 7 millones de chinos se graduarán en la universidad, por encima del 1.1 millón de 2001. Se prevé que para 2020 los graduados universitarios chinos llegarán a 195 millones, más que toda la población activa de Estados Unidos en ese año.
China está dando a los occidentales algo nuevo de que preocuparse: una generación de trabajadores capaces de competir en tareas de alta tecnología. El objetivo es desarrollar industrias de servicios y pasar de la producción de productos de exportación simples a fabricar un mayor porcentaje de productos más complejos.
Sin embargo, la aparición de decenas de millones de nuevos trabajadores con educación universitaria sin duda será un desafío tanto para China como para sus socios comerciales. Hay demasiadas universidades chinas que ofrecen una formación de calidad inferior y demasiados estudiantes que no encuentran trabajo luego de tener un título, lo que podría poner en peligro la estabilidad social.
EDUCACIÓN EN EL MIT
Los trabajadores que tienen un buen nivel de educación, como Zhang, quien obtuvo un título de maestría en finanzas en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), son fundamentales para los planes del gobierno de reorientar la segunda mayor economía del mundo. Conforme las compañías chinas adquieran más capacidad -lo que los economistas llaman "ascender en la cadena de valor"-, ingresarán a mercados donde ahora dominan las economías avanzadas.
"Vamos a tener que competir con los bancos chinos, las compañías de seguros chinas y las empresas de software chinas", dijo William Overholt, presidente del Fung Global Institute de Hong Kong. "No estamos acostumbrados a pensar a China como una locomotora en esas áreas".
Ese cambio ya se está produciendo. Más de la mitad de los 4,2 billones de dólares de China en intercambios comerciales el año pasado incluían un importante valor agregado por los trabajadores chinos, mientras que el comercio de menor valor de productos elaborados con componentes y materias primas importados se redujo a menos de un tercio del total, por debajo del 39 por ciento en 2010, según el Ministerio de Comercio de China.
Yukon Huang, economista que dirigió la oficina de China del Banco Mundial de 1997 a 2004, señaló que la proliferación de graduados universitarios está bajando el costo de la mano de obra calificada y haciendo que China sea más competitiva en una variedad más amplia de industrias.