La batalla por la supremacía entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y las empresas de EU de explotación de shale (lutitas) está acabando rápidamente con los yacimientos de petróleo más antiguos, lo que perjudicaría la industria una vez que el actual exceso de oferta baje.
La caída de tres años de los precios provocada por la lucha por cuota de mercado cortó los fondos para los depósitos maduros, acelerando su declive.
La producción de los yacimientos más antiguos desde China a América del Norte cayó un 5.7 por ciento el año pasado, el mayor nivel desde 1992, y se prevé que disminuya cerca de un 6 por ciento en 2017 si el petróleo se mantiene en los precios actuales, según la consultora Rystad Energy AS.
El barril de petróleo cayó de más de 100 dólares en 2014 a tan sólo 26, en 2016, en tanto la OPEP abrió los grifos para frenar el aumento del shale.
Eso provocó la peor caída de la industria en una generación, obligando a las empresas que reducían costes a concentrarse en los activos de margen más alto a expensas de los yacimientos más antiguos.
Si bien la OPEP limitó la producción para impulsar precios, el shale fue el beneficiario y el resurgimiento de la producción de EU ha mantenido el crudo por debajo de los 50 dólares.