Bajo un escenario extremo expuesto por líderes empresariales y de gobierno esta semana, en el que las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) deriven en su cancelación, México sería el país menos perjudicado de las tres naciones que lo conforman, señalaron economistas en jefe de JPMorgan, Goldman Sachs y Barclays.
"(Si se cancela el TLCAN) tendría que haber una cierta depreciación del peso que a fin de cuentas terminaría por beneficiar a la economía mexicana. Eso fue lo que pasó a principio de año", explicó Gabriel Lozano, economista en jefe para México de JPMorgan.
"El tipo de cambio empezó a absorber este choque y empezó a reflejar efectivamente lo que debería de ser necesario para compensar la pérdida por el acceso al mercado libre de Norteamérica. Esa es una posibilidad", añadió.
7% es la tarifa arancelaría promedio que aplicó México a miembros de la OMC.
Las exportaciones de EU se verían más afectadas que las mexicanas por la cláusula de Nación Más Favorecida (NMF) de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que beneficia con aranceles bajos a países en vías de desarrollo, en comparación con aquellos que pagan economías avanzadas.
Una eventual finalización del tratado podría debilitar ligeramente al peso, al punto de que compense el pago de impuestos en el comercio de mercancías hechas por el país con las otras dos naciones, explicaron los especialistas entrevistados por El Financiero.
"Desde el punto de vista de México, en una situación como esa (abandonar el TLCAN), el tipo de cambio se depreciaría, lo que garantizaría la competitividad externa. Hasta puede imaginarse un escenario en el que el tipo de cambio se mueva más que la tarifa arancelaria promedio y así la competitividad externa mejoraría", señaló Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs.
Marco Oviedo, economista en jefe para México de Barclays, aseguró que el tipo de cambio ya incluso ha incorporado este escenario, por lo que la moneda no debería reaccionar mucho más.
"La gran ventaja que tiene México frente a EU y otros países es que cuenta con una moneda sumamente flexible, que inmediatamente va a ajustarse a la nueva realidad", dijo Oviedo, quien estimó un tipo de cambio de aproximadamente 18.70 pesos por dólar en un escenario sin tratado.
"Si acaba el TLCAN podría suceder que menos manufactura se desarrolle en EU. Incluso podría darse un escenario en el que México plantea su salida y que EU quiera seguir trabajando", añadió el experto.
Señalan los riesgos
A pesar de que una salida de México del TLCAN no significaría el fin del intercambio comercial entre ambos países, sí existen algunos rubros, como el de inversión, que podría verse afectado, coincidieron los especialistas.
"México debe buscar mecanismos que le den certeza a los inversionistas de EU y Canadá, de que sus inversiones están protegidas, si no se va a generar desconfianza de que algunas cuestiones también se tengan que lidiar bajo leyes mexicanas", mencionó Oviedo.
Para Gabriel Lozano, de JPMorgan, habrá diferentes canales de transmisión. Uno de ellos es la pérdida de protección institucional, es decir, del marco legal que representa para las empresas un tratado comercial.
Otro es el sentimiento negativo sobre la inversión y el consumo que puede ocurrir bajo esta situación, y el último es que podrían subir algunas tarifas en algunos sectores que antes tenían tarifa cero.
Los sectores en la mira
En los términos de las negociaciones actuales, existen sectores en los que México podría negociar para salir beneficiado. El de enseres domésticos es uno de ellos, según Gabriel Lozano, pues el país está a nivel mundial en el top cinco de estos artículos a nivel internacional.
Para Ramos, el sector agropecuario y el automotriz serán clave, puesto que el gobierno del presidente Donald Trump poco quiere mover en esos rubros.