El Banco de México pagó 200 millones de dólares por la renovación de la Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional a México.
El pago fue por concepto de "comisión correspondientes por la ampliación y renovación" de la línea, explicó el Banco Central en su estado de cuenta publicado este martes.
El año pasado el costo de la línea de crédito significó una erogación de 225 millones de dólares.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó el viernes que aprobó una nueva y más amplia línea de crédito flexible para México por dos años, en un esfuerzo por ofrecer más protección a la segunda mayor economía de Latinoamérica frente a los choques externos y la incertidumbre financiera global.
El FMI dijo que autorizó la línea de crédito flexible (LCF) por 88 mil millones de dólares, en reemplazo de la anterior por unos 67 mil millones de dólares, que vencía en noviembre.
México acordó la primera LCF con el FMI en el 2009, que no ha utilizado y que ha renovado regularmente.
"El nuevo acuerdo bajo la LCF, por un monto mayor al anterior, continuará desempeñando un papel importante en apoyar la estrategia macroeconómica de las autoridades al proveer un seguro contra riesgos externos mayores y al apuntalar la confianza de los mercados", dijo el FMI en un comunicado.
El prestamista internacional señaló que las autoridades mexicanas no tienen intención de hacer uso de la línea, a menos que sea necesario, y que planean reducir el monto de acceso en el futuro.
El secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, defendieron en sendas entrevistas con radios locales la decisión del FMI, que Videgaray calificó como un "voto de confianza" al país.
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