Si Estados Unidos (EU) quiere revisar temas laborales, entre ellos el salario, como parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México propondría que las prestaciones laborales como el reparto de utilidades también se pongan en la mesa de discusión por ser un componente de las remuneraciones totales de los trabajadores.
Fuentes involucradas en las negociaciones del TLCAN señalaron a El Financiero que el argumento de EU es que los salarios son bajos en México porque los sindicatos que tienen contratación colectiva no son auténticos y no representan a los trabajadores, lo que provoca que los trabajadores no demanden aumentos salariales.
Para México, las razones de EU están equivocadas, según las fuentes, pero, de insistir en el tema salarial, el Gobierno propondría revisar también las prestaciones, ya que los contratos colectivos de trabajo de sindicatos mexicanos contienen una serie de prebendas que son superiores a las observadas en contratos de gremios estadounidenses.
Entre las prestaciones que se pondrían en la mesa para incluirlas en los contratos de EU se encuentran el Reparto de Utilidades (PTU) y conceptos de previsión social como despensa, comedor, transporte, uniformes, así como los niveles de las contribuciones a los sistemas de seguridad social.
El secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, declaró el pasado 1 de agosto en conferencia de prensa que la homologación salarial es un tema que puede revisarse en el TLCAN; sin embargo, debe considerarse que la realidad salarial del país es asimétrica donde existen sectores dinámicos en exportaciones y otros no.
En contraste, donde sí hay ventajas es en las prestaciones laborales y es en ese rubro donde se puede buscar igualarlas a las mexicanas.
Fernando Yllanes, socio del Bufete Yllanes Ramos, explicó que el tema del salario deberá discutirse junto con el tema de las prestaciones y beneficios que se incluyen en los contratos de trabajo adicionales a los que están establecidos en la Ley Federal del Trabajo.
Indicó que en EU, por ejemplo, las empresas no están obligadas a pagar utilidades y existen sectores que sólo pagan salario por hora, mientras que en México existe el salario base de cotización registrado en el Seguro Social y que se integra con la percepción, gratificaciones, despensa, primas, prestaciones en especie, entre otras.
INTERÉS DE EU
Donald Trump ha criticado a los mexicanos por quedarse con empleos estadounidenses. Ahora trata de conseguir que los trabajadores al sur de la frontera obtengan un aumento salarial.
Trump quiere evitar que las empresas se trasladen a México, donde los trabajadores ganan mucho menos que sus pares en EU y cerrar esa brecha podría convencer a las firmas de quedarse en su país.
Dado que los salarios mexicanos se cuentan entre los más bajos de los países más desarrollados, la reforma laboral es un objetivo importante para lograr la exigencia de Trump de obtener un acuerdo mejor para los trabajadores estadounidenses. De lo contrario abandonará el pacto firmado en 1994.
Si bien los funcionarios mexicanos están dispuestos a efectuar cambios, empleos y salarios se convertirán en un tema espinoso si Trump va demasiado lejos y utiliza el tema como 'arma' para reducir el déficit comercial de 64 mil millones de dólares del 2016.
El Gobierno de Trump "hará una fuerte presión, y considero que con razón, respecto a los estándares laborales", dijo Gerardo Otero, profesor de la Universidad Simon Fraser de Canadá que ha publicado más de 100 artículos o libros sobre México y América Latina. "Si los precios mexicanos suben debido a los aumentos salariales podría haber una oportunidad de cerrar la brecha".
El TLCAN comprendía originalmente un acuerdo destinado a proteger los derechos de los trabajadores que nunca se incorporó de manera formal al pacto. El Gobierno de Trump dijo el mes pasado que incorporar cláusulas laborales al acuerdo es prioridad.