LONDRES.- Si las mujeres tuvieran el mismo acceso a la tierra, crédito, asesoramiento y mercado que los hombres, podrían aumentar el rendimiento de sus cosechas en más de un 20 por ciento, incrementando el resultado agrícola global en hasta un 4 por ciento, dijo una experta en derechos a la tierra.
Las mujeres producen casi la mitad de los alimentos cultivados en el mundo en desarrollo, pero las agricultoras solo reciben un 5 por ciento de los servicios agrícolas globales, como crédito, capacitación, marketing e investigación, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés).
Si las mujeres agricultoras recibieran más recursos, podrían ayudar a reducir el número de personas con hambre en el mundo en hasta 150 millones de personas, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Durante años, los activistas han argumentado a favor de mayor inversión para agricultoras y mejor reconocimiento en su derecho a la tierra.
Elisa Scalise, directora del Centro Landesa por el Derecho de las Mujeres a la Tierra, dijo que en muchos países y regiones, la situación de las mujeres agricultoras había mejorado.
"La tendencia global es positiva", dijo Scalise en una entrevista en los márgenes de una conferencia organizada por la Fundación Thomson Reuters.
"Los organismos regionales y gobiernos nacionales están al menos hablando sobre los derechos de la mujer a la tierra ahora, y hace unos cinco, 10 años este no era el caso", dijo la experta antes de un debate sobre acceso a la tierra.
Por ejemplo, Kenia usó su Constitución del 2010 para proteger los derechos de propiedad de las mujeres.
En China, donde se estima que las mujeres representan más del 70 por ciento de la fuerza laboral agrícola, la necesidad de proteger los derechos de las mujeres a la tierra fue, por primera vez en su historia moderna, incluida en un importante documento de política este año, dijo Scalise.
La experta, citando investigaciones que mostraron que la tierra daba mejores resultados manejada por agricultoras, dijo que en Vietnam la inversión de capital en áreas rurales era más alta cuando las mujeres tenían la propiedad de la tierra, y en Ruanda los hogares a cargo de mujeres eran más propicios a invertir en medidas de conservación del suelo.
Landesa dice que las mujeres que son propietarias de tierras tienen 3,8 veces más ingresos que las que no son dueñas de tierra, sus hijos son un 33 por ciento menos propensos a sufrir un severo bajo peso y es ocho veces menos probable que las mujeres sufran violencia doméstica.
Sin embargo, las mujeres aún tienen obstáculos para asegurar su derecho a la tierra. De 143 países encuestados por el Banco Mundial este año, 37 todavía tienen vigentes leyes territoriales discriminatorias.
Cambiar esto necesita "empezar con la comprensión de que los derechos territoriales son parte de un sistema cultural, y que los sistemas culturales también definen los roles de género", dijo Scalise. "Ese vínculo es clave", agregó.