El calendario del presidente Donald Trump para negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) corre el riesgo de inmiscuirse en un año electoral para México, que podría sentir el impacto económico de la incertidumbre, especialmente si el acuerdo comienza a desintegrarse.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo el miércoles que las negociaciones comerciales probablemente comenzarán en el último tramo de 2017 y no durarán mucho más de un año. "Me gustaría ver los resultados mañana, pero no es así como funciona el mundo", dijo Ross en una entrevista con Bloomberg TV.
Incluso a esa velocidad --y algunos analistas advierten que las negociaciones podrían llevar años-- la incertidumbre respecto del destino del TLCAN probablemente gravitará sobre las elecciones presidenciales de México en julio de 2018, el principal blanco de las quejas de Estados Unidos.
Trump, quien ha dicho que el TLCAN es probablemente el peor pacto comercial en la historia del mundo, tiene como objetivo obtener términos más favorables para los trabajadores estadounidenses, que culpan al acuerdo por la pérdida de empleos fabriles debido a los salarios más bajos de México. El presidente ha amenazado con eliminar el acuerdo si no puede reformarse.
Los analistas dicen que tal como se presentan, las negociaciones para actualizar o reformar el TLCAN, un acuerdo que también incluye a Canadá, serán más largas y complejas de lo indicado inicialmente por Trump, quien generalmente debe notificar al Congreso con un mínimo de 90 días de anticipación antes de renegociar un acuerdo comercial. Trump dijo el mes pasado que le gustaría acelerar las discusiones.
Empujar la revisión a la temporada electoral mexicana puede agregar otro nivel de complejidad política y servir únicamente para aumentar los temores de que México pierda el acceso a su mayor mercado de exportación, los Estados Unidos.
'Inyección de incertidumbre'
"No lo hará más fácil", dijo John Weekes, el principal negociador canadiense del acuerdo original del TLCAN a principios de los años 90. Si bien los mexicanos "no van a poder mostrar ninguna flexibilidad" antes de una votación, el plazo de Ross es, no obstante, alentador, agregó Weekes, que actualmente es asesor comercial en el bufete de abogados Bennett Jones. "Demuestra que reconoce que el TLCAN es un acuerdo importante para Estados Unidos, y vale la pena tomarse el tiempo".
El negociador comercial actual de México, el secretario de Economía Ildefonso Guajardo, dijo el mes pasado que extender las conversaciones a principios de 2018 equivaldría a "inyectar irresponsablemente una incertidumbre tras otra" debido a las elecciones mexicanas, y la votación parlamentaria de mitad de mandato en noviembre de 2018.
En México, el partido gobernante del presidente Enrique Peña Nieto deberá enfrentar probablemente la presión del candidato populista opositor Andrés Manuel López Obrador, que ha superado a posibles rivales en los primeros sondeos.
Canadá ha pedido que se inicien pronto las conversaciones para aliviar la incertidumbre para los inversores, y el gobierno de México ya comenzó a discutir el acuerdo con empresas que dependen en gran medida del TLCAN. El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, había sugerido anteriormente que las negociaciones podían comenzar en mayo, pero últimamente ha sugerido un inicio en junio.
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