El hombre de confianza de Andrés Manuel López Obrador tiene un mensaje para los inversionistas que están preocupados por la visión que tiene el virtual presidente electo: relájense, no va a intentar nada demasiado loco.
Desde la victoria de López Obrador el 1 de julio, el jefe del equipo de transición, Alfonso Romo, ha tenido la tarea poco envidiable de disipar los peores temores de Wall Street sobre AMLO y las políticas que podría aplicar, después que la aplastante victoria ayudara a su partido a obtener importantes mayorías en ambas cámaras del Congreso.
Con ese fin, el empresario de 67 años, dueño de una firma de corretaje además de varios otros negocios en México, dice que se ha reunido con aproximadamente 500 firmas de inversión, aconsejando la moderación y tratando de tranquilizar a los escépticos de que López Obrador sabe cómo funcionan los mercados financieros, y entiende que no puede darse el lujo de asustar a los inversionistas extranjeros.
"Los mercados, en mi opinión, son más poderosos que los partidos políticos", explicó Romo, quien será el jefe de gabinete de López Obrador, en una entrevista con Bloomberg.
Mantener la 'casa' fiscal de México en orden será clave, particularmente cuando las tasas de interés de Estados Unidos se disponen a subir, señaló.
Las apuestas son altas. Para empezar, cerca del 60 por ciento de la deuda gubernamental a largo plazo denominada en pesos de México está en manos de extranjeros como Pimco y Franklin Templeton, y López Obrador probablemente necesitará su implicación para ayudar a financiar algunas de sus promesas de campaña.
Y luego está el peso, que recibió una paliza en los meses previos a la elección a medida que López Obrador solidificaba su ventaja en las encuestas.
Calmar las preocupaciones
Desde su elección, el propio López Obrador ha adoptado un tono conciliador con la comunidad empresarial. En los últimos días, también se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto y con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Germán Larrea, presidente de Grupo México, reflexionó recientemente sobre la aplastante victoria de AMLO y expresó optimismo después del discurso que pronunció el virtual mandatario electo en el hotel Hilton dos noches antes.
Sin embargo, todavía le preocupaba que, con la oposición desintegrada, los mercados financieros serán lo único que queda para mantener su administración bajo control.
El razonamiento es que, si AMLO comienza a aumentar el gasto significativamente en los ancianos, los pobres y los jóvenes desempleados, como ha prometido en el pasado, los inversionistas responderán abandonando la moneda y aumentando los costos de endeudamiento. Todo eso podría conducir a una rebaja de la calificación crediticia.
Romo señaló que López Obrador es muy consciente de los riesgos, y ha tomado en serio la necesidad de mantener a los inversionistas de su lado. Para enfatizar la buena fe del Gobierno, Romo compartió un consejo que le dio a López Obrador al final de la campaña y que continúa promoviendo actualmente.
"Dije: 'Mira, no tenemos que mirar las encuestas de opinión. Tenemos que enfocarnos en el peso".
Amplios poderes
Por supuesto, es imposible saber si todos los temas de conversación sobre la responsabilidad fiscal y la necesidad de escuchar a los mercados financieros son sólo palabras vacías.
Después de todo, López Obrador, quien recién asumirá el cargo en diciembre, podría apoyarse en otros partidos de izquierda para obtener los pocos votos que necesita para obtener una mayoría de dos tercios.
AMLO también hizo campaña como un candidato antisistema que se oponía al "neoliberalismo" y en el pasado se comprometió a revertir los esfuerzos de apertura de la industria petrolera.
Por ahora, sus tranquilizadoras palabras postelectorales han atraído la atención del mercado. El peso se ha recuperado desde la votación, convirtiéndose por lejos en la moneda con mejor rendimiento en el último mes.
Mientras tanto, el costo de proteger la deuda de México contra un incumplimiento ha caído.
Romo también recordó a los inversionistas que existe una buena razón para pensar que López Obrador tendrá un enfoque moderado respecto del gasto público. "No tenemos el dinero".
No se prevén cambios en reforma energética
Respiren tranquilos. El virtual presidente electo no utilizará su mayoría en el Congreso para dar marcha atrás a la histórica reforma que permitió el regreso de las petroleras extranjeras a la industria, afirmó Romo.
López Obrador revisará los contratos petroleros en busca de indicios de corrupción. Pero, si se encuentra alguna falta, se conversará con las empresas antes de realizar cualquier cambio, dijo quien se convertirá en jefe de gabinete del virtual mandatario electo.
Romo detalló que no veía cambios en la reforma energética y que, si se hace alguno, sería sin perjudicar la inversión privada.
En un mitin de campaña, hace apenas cuatro meses, AMLO aseguró que nunca permitiría que el petróleo mexicano vuelva a manos extranjeras. Recientemente explicó que podría impulsar una reforma de la industria petrolera en la segunda mitad de su período presidencial.
Ninguna de esas opciones parece estar sobre la mesa, opinó Romo, en una señal para los inversores.
La reforma petrolera aprobada por el actual presidente, Enrique Peña Nieto, ha atraído promesas de inversiones por miles de millones de dólares de gigantes multinacionales, incluidos Exxon Mobil y Chevron, precisamente mientras el Gobierno lucha para terminar con una caída de la producción de más de diez años.
Romo detalló que México necesitaba mucho dinero para la exploración en alta mar, y puntualizó que si la producción aumenta e impulsa el crecimiento nadie se opondrá.
Victoria abrumadora
López Obrador se posicionó como el virtual ganador de los comicios por una amplia ventaja y las proyecciones muestran que su coalición tendrá la mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso, aunque no los dos tercios que se necesitan para reformas constitucionales, como la requerida para modificar la industria petrolera.
Sin embargo, miembros de otros partidos de izquierda podrían alinearse para darle la mayoría constitucional necesaria. Pero en lugar de espantar a los inversores, como temían algunos analistas, el hombre que en el pasado prometió deshacer la reforma petrolera está intentando calmar a los mercados.
En respuesta, el peso ha subido y se prepara para cerrar con su mayor avance semanal desde febrero de 2016.
Entre las políticas que AMLO respaldará está la desregulación bancaria para promover los créditos a pequeñas y medianas empresas, así como esquemas de inversión más flexibles para los fondos de pensiones estatales, conocidos como Afores, a fin de que los trabajadores puedan aumentar sus ahorros, comentó Romo.
López Obrador también está adoptando un tono conciliador para resolver un conflicto con el Gobierno de Peña Nieto, respecto al proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) valuado en 13 mil millones de dólares, que considera demasiado costoso, explicó Romo.
El equipo de AMLO todavía no ha decidido cómo lo resolverá, pero no quiere gastar dinero público en el proyecto, por lo que, expuso Romo, una solución sería mantener una parte de la propiedad y vender el resto al sector privado.