Ante una mayor confianza en la solidez del mercado interno, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) mejoró las expectativas de crecimiento para México a 2.5 por ciento este año y a 2.8 por ciento en 2019. Esta modificación implica aumentos de 0.3 y 0.5 puntos porcentuales, respectivamente, desde sus previsiones de noviembre.
A pesar de las mejores expectativas, el organismo reiteró la necesidad de una segunda ola de reformas para fortalecer el Estado de derecho en el país y no perder fuerza de las reformas ya implementadas.
"Las reformas estructurales ya han dado resultados visibles, pero los retos persisten, incluyendo los altos niveles de violencia y corrupción, pobreza, desigualdad, informalidad y bajo crecimiento de la productividad", advirtió el organismo en su reporte 'Perspectivas Económicas'. "Cosechar todos los beneficios de las reformas estructurales requerirá mantener el momentum para su implementación a nivel nacional, complementado con una nueva ola de reformas para fortalecer el Estado de derecho y mejorar la calidad institucional", añadió.
El organismo también aseguró que las turbulencias de los mercados financieros asociadas a la expectativa de cambios en la política monetaria de Estados Unidos o a una incertidumbre sobre el ambiente de negocios podrían conducir a volatilidad cambiaria, endurecimiento de las condiciones financieras y una salida de capitales.
Abundó que la aprobación del TLCAN podría elevar el nivel de inversión privada el próximo año, lo que contribuiría al crecimiento del próximo año, aunque la formación de capital del gobierno seguirá baja.
SUGIERE MEJORA FISCAL
Para dar un impulso a las finanzas públicas del país, la OCDE sugiere reducir algunas excepciones a los impuestos, notablemente sobre el IVA y los impuestos al ingreso. Añadió que otras vías para incrementar los ingresos fiscales son una recaudación más eficiente, elevar impuestos a la propiedad o impuestos verdes e introduciendo otros como a las herencias.
"Mayores ingresos fiscales a partir de estas fuentes podrían permitir recortar la tasa de impuestos a la utilidad corporativa, misma que se encuentra entre las más elevadas dentro de los países miembros de la OCDE", detalló el organismo.