El hecho de que Hacienda asuma los compromisos de los pasivos laborales de la CFE, significará presiones para el gasto público, consideraron expertos.
"Se tendrán que abrir espacios en el presupuesto para poder asumir los compromisos de los pasivos de CFE, son contratos que no pueden hacerse a un lado", refirió Gabriel Pérez del Peral, director de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana.
Agregó que dado que con la reforma energética habrá más competencia de privados, CFE tiene que fortalecerse. El gobierno no puede dejar a CFE en el camino del nuevo modelo que se implementó.
Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) afirmó que la situación es resultado de no contener la inercia del gasto corriente. En todo este contexto, hace sentido el enfoque del gobierno en generar ahorros , son varias las presiones y obligaciones que enfrenta el gasto público, aseveró.
Adrián Garza, analista de Moody´s dijo que la ayuda por parte de Hacienda para los pasivos laborales es como si el gobierno te diera un certificado de una obligación de pago. Esto sería a largo plazo, "no es sacar la chequera, es un compromiso de pago que mata o coincide con el pasivo o parte de ese pasivo".
Explicó que con un apoyo de este tipo se genera alivio en el largo plazo a la compañía. "El principal reto, luego de la reforma energética, radica en el cambio de ser una institución sujeta a presupuesto a, ahora, generar recursos suficientes para subsistir", dijó Garza.
Explicó que el pasivo de CFE es un cálculo teórico a 100 años por el pago de personal derivado de contratos, -salarios, prestaciones, liquidaciones y bonos-. que genera una presión, pero menor en el gasto corriente, por lo que el apoyo financiero se verá en el mediano plazo.
Economía