El Producto Interno Bruto (PIB) del país no ha crecido a los niveles que se esperaría, principalmente debido a una falta de control en el gasto gubernamental, cuya ineficiencia impide que provoque un aumento en la productividad nacional, consideraron expertos durante un panel organizado por el observatorio México, ¿Cómo vamos? (MCV)
Valeria Moy, directora general de MCV dijo que el PIB depende de componentes como el consumo privado, el gasto de gobierno, la inversión y las exportaciones netas, y expuso que a pesar de que todos estos elementos han mostrado dinamismo, la economía sigue presentando crecimientos mediocres.
"El gasto del gobierno no está generando valor. No estamos creciendo lo que deberíamos crecer dada la ineficiencia. El gasto público en términos generales no está sumando, está costando en la generación de producción", expuso Moy.
Agregó que difícilmente se alcanzará el 2.7 por ciento de crecimiento que Hacienda había predicho, a pesar de que se espera un rebote favorable para el tercer trimestre del año.
Manuel Molano, director adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explicó que la crisis petrolera debería servir para "distinguir lo que sirve de lo que no".
Además, señaló que existe una enorme opacidad en los gobiernos locales, los cuales funcionan como feudos y cuyas tasas de crecimiento se están acercando a números peligrosos.
El experto también resaltó que el dato de crecimiento es especialmente malo, si se toma en cuenta la depreciación cambiaria.
Por su parte, Francisco Lelo de Larrea, director de estudios económicos del CEESP, resaltó que las reformas han funcionado para atraer la inversión privada, pero la inversión pública contrasta al encontrarse en mínimos históricos.
Larrea también señaló que no ha existido una reforma fiscal, sino sólo ciertos cambios del lado de la recaudación, pero que no se ha hecho mucho por mejorar la parte del gasto, por lo que no han habido acciones reales para mejorar esta ineficiencia.
Finalmente, los expertos mostraron preocupación ante el crecimiento de la deuda pública a pesar de los ingresos históricos percibidos por el gobierno federal.
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