Además del pago de los contratos, bonos y multas que se deriven de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la economía mexicana sufriría una desaceleración principalmente en el primer trimestre de 2019, como resultado de una caída en la inversión, coincidieron economistas.
"En el frente de actividad, los riesgos a la baja en nuestro pronóstico de crecimiento del PIB (1.9 por ciento en 2019) se incrementan sustancialmente", señaló Citibanamex en un reporte.
"Aún tenemos que calibrar las cifras precisas, en la medida que intentamos evaluar la caída en inversión fija bruta resultado de la cancelación directa del proyecto del NAIM, desde el 2.6 por ciento anual para la primera mitad del 2019 a un 1.6 por ciento de crecimiento anual en ausencia de dicho proyecto, y el impacto de señalización sobre flujos de Inversión Extranjera Directa (IED)", indicaron.
Gabriel Lozano y Steven Palacio, economistas para México de JP Morgan, señalaron que el impacto al PIB se dará principalmente por la confianza de los empresarios y se reflejará en una baja de 0.5 puntos porcentuales del PIB.
"En pocas palabras, esperamos que el PIB del siguiente año se vea afectado por una disminución en el sentimiento empresarial y otros efectos colaterales de una política de incertidumbre. Ahora vemos el PIB de 2019 en 1.9 por ciento, 0.5 puntos porcentuales debajo de nuestra última estimación".
BBVA Bancomer dijo que las proyecciones económicas de México se ven negativas tras el anuncio de cancelación, ya que se tendrá un cierre de un año con un mayor tipo de cambio y con una inflación y tasas de interés al alza. Eduardo Osuna, director general de la institución, mencionó que prevén una menor inversión y mayor incertidumbre, lo que podría frenar en el futuro la demanda del crédito.
Alberto Ramos, analista económico de Goldman Sachs, destacó que la creciente inquietud de los mercados con respecto a la dirección de las políticas macro y micro bajo la administración de López Obrador, podría tener un efecto visible sobre la actividad económica de los próximos meses, al restringir las condiciones financieras internas y al hacer que los actores económicos nacionales sean más defensivos en sus gastos y decisiones de inversión.
Para Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina de Barclays, la cancelación del aeropuerto por sí misma no es el problema, sino el hecho que la nueva administración use métodos poco ortodoxos para tomar decisiones de política, como lo fue el "referendo", que estuvo plagado de irregularidades.
"La confianza de los inversionistas hacia el gobierno ha caído y sin duda tendrá un efecto en la inversión en los siguientes años y por tanto, en el crecimiento económico", indicó.
Por otra parte, Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, dijo que las dudas sobre la conducción de la política económica de la nueva administración mantendrán elevada la percepción de riesgo país, lo que representará un factor en contra del peso .
Costos al alza
En su evaluación sobre las implicaciones de la cancelación del NAIM, grupos financieros han estimado el costo de dicha decisión, al tener que hacer frente a las obligaciones que se generen de esa decisión.
Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer, estima que esta cifra podría llegar hasta los 10 mil millones de dólares.
"Si los tenedores de bonos y las contrapartes en contratos firmados requieren que el gobierno pague la deuda relacionada con el proyecto cancelado, el monto será de aproximadamente 10 mil millones de dólares al tipo de cambio actual de 20 pesos, o alrededor del 0.9 por ciento del PIB", estimó.
Sin embargo, advirtió que los costos indirectos serán mayores y ya se observan, principalmente con mayores tasas de interés y un peso más débil.
Con información de Jassiel Valdelamar, Abraham González y Jeanette Leyva