Una secretaría de pensiones sería la mejor manera en la que México podría abordar, planear y coordinar a nivel federal, los sistemas de pensiones, propone la firma Principal.
"Le daría trascendencia sobre sexenios, partidos políticos o legisladores", dijo Leopoldo Sohomano, director corporativo de estrategia y negocios de la compañía.
La realidad del sistema mexicano de pensiones obliga a actuar en varios frentes desde elevar las contribuciones para el retiro, incrementar el ahorro voluntario, incorporar al trabajador informal, hacer más eficiente la gestión de los activos para el retiro para que den mayores rendimientos, por lo que una dependencia federal sería el mejor vehículo.
"Una secretaría de Estado que coordine, vigile y analice como implantar los cambios a todos los sistemas de pensiones. En México hay más de mil planes de retiro privados, más los planes personales de retiro, es un sistema un fragmentado que hoy compete a varias instancias", dijo el directivo de Principal, firma global especializada en administración de activos.
En la presentación del informe "Las Pensiones Voluntarias en las Economías Emergentes", desarrollado por el Global Aging Institute, Leopoldo Sohomano advirtió que el gasto para pensiones para los jubilados del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE y dependencias federales, equivale al 15 por ciento del presupuesto federal que actualmente se discute entre los legisladores.
Richard Jackson, presidente de Global Aging Institute, considera que México tiene que actuar antes de que exista una crisis cuando los jóvenes lleguen a la jubilación sin dinero. Entre las estrategias para fortalecer los sistemas voluntarios en México se deben hacer reformas, educar financiera mente y aprender de otros países.
En su visita a México para presentar el estudio sobre los sistemas de pensiones voluntarias en mercados emergentes, dijo que lo primero es aumentar la afiliación de trabajadores desde planes diseñados en sus empresas a los que se les afilie de inmediato y obligatoriamente, aunque el empleado pueda decidir salirse.
"Esto aplica conocimiento de la economía del comportamiento, es poco probable que el trabajador decida salirse y es más fácil si en automático se le incorpora", explicó.
En este esquema, los Gobiernos podrían pagar un suplemento extra en la cuenta de los trabajadores de menores ingresos y dar mayores incentivos fiscales a las empresas para que implementen estos planes, o bien, obligarlas a partir de determinado número de empleados.
También se deben diseñar planes atractivos para invitar a los trabajadores no formales, elevar la tasa de contribución del 6.5 por ciento actual a mínimo un 12 por ciento y fomentar la educación financiera.
"Quiero activar la alarma de que México tiene que actuar ya y no hay más que aumentar la contribución, poner incentivos fiscales y mayor compromiso del gobierno", dijo.
Advirtió que estas medidas serán costosas pero lo será aún más el no hacer nada.
"Todavía México está en el límite de aprovechar su bono demográfico para hacer cambios profundos en su sistema de pensiones antes de enfrentar una crisis política interna y una sociedad menos prospera", mencionó.
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