El envío de dólares a nuestro país reportó un monto acumulado de 24 mil 676 millones de dólares durante septiembre, su mayor nivel para un periodo enero-septiembre desde que se tienen registros, reveló este jueves el Banco de México (Banxico).
Esta cifra resultó ser mayor en un 10.8 por ciento en comparación con lo reportado en el mismo periodo de 2017.
El Banco Central mexicano reportó que en el noveno mes del año se captaron 2 mil 709 millones de dólares por concepto de remesas familiares, lo que representó un incremento de 8.8 por ciento a tasa anual.
Los 'migradólares' recibidos durante 'el mes patrio' se ubicaron por debajo de lo estimado por el consenso de analistas consultados por Bloomberg, que anticipaban una entrada de dólares aproximada de 2 mil 784 millones de dólares.
Juan Carlos Alderete, economista senior de Grupo Financiero Banorte, considera que el flujo de remesas se explicó en gran parte por la depreciación de 2 por ciento que presentó la divisa mexicana durante septiembre.
"Adicionalmente, el dinamismo del mercado laboral en Estados Unidos sigue teniendo un impacto favorable en los trabajadores mexicanos, en particular, el número de empleados mexicanos con ciudadanía presentó un incremento de 5 por ciento en su comparación anual", dijo el especialista de Banorte.
De acuerdo con el Banxico, el medio favorito para enviar remesas a nuestro país son las transferencias electrónicas, ya que durante septiembre se efectuaron 8 mil 451 operaciones mediante esta vía.
La remesa promedio se ubicó en los 317 dólares, (unos 6 mil 392 pesos), lo que reflejó su menor monto desde marzo de este año.
Alberto Ramos, analista económico de Goldman Sachs, espera que las remesas de los trabajadores se mantengan sólidas en el corto plazo, dado el crecimiento saludable del empleo en los Estados Unidos.
"Esperamos que el crecimiento de las remesas en términos de dólares se estabilice en torno al 6-7 por ciento anual. Destacamos que los flujos de remesas se han mantenido sólidos y han estado agregando apoyo a la cuenta corriente y al consumo privado, particularmente para familias de bajos ingresos, que tienen una alta propensión a consumir y que son los receptores abrumadores de tales transferencias", señaló el especialista de Goldman Sachs.