Las dependencias del gobierno Federal y el Ramo 23 Provisiones salariales y económicas, sobrepasaron su gasto en 18 mil 647 millones de pesos de enero a mayo de 2018, respecto a lo establecido en el calendario de gasto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el calendario se fijó un gasto neto de las dependencias por 449 mil 326 millones de pesos, sin embargo, rebasaron lo establecido por 13 mil 744 millones de pesos, ya que los Ramos Administrativos reportaron un gasto de 463 mil 70 millones de pesos.
En tanto, en el Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas también hubo sobreejercio de recursos, pues el calendario de gasto fijó que entre enero y mayo se tenían que erogar 75 mil 601 millones de pesos, pero el gasto observado fue mayor en 6.5 por ciento, esto es 4 mil 902 millones de pesos, de acuerdo con el informe mensual de Hacienda.
En su conjunto, tanto las dependencias Federales, como el Ramo 23 registraron un sobreejercicio de 18 mil 647 millones de pesos.
En lo que va del año, se ha observado un mayor gasto en dependencias como Sagarpa, Sedatu, Presidencia, Marina y Secretaría del Trabajo.
Tan sólo la Sedatu y la Sagarpa dispararon su gasto en mayo en 123.7 por ciento y 89.7 por ciento, respectivamente, en términos reales respecto de igual mes de 2017.
Gabriel Pérez, investigador de la Escuela de Economía de la Universidad Panamericana, señaló que el comportamiento del gasto en el último año de gobierno tiende a subir, sobre todo en los meses previos al día de la elección y luego se hace un ajuste en el segundo semestre.
"Sueltan el gasto público en el primer semestre del último año de sexenio, pasó eso con los expresidentes Felipe Calderón, Vicente Fox y Ernesto Zedillo, esto con el deseo de impactar en la percepción de la gente de forma positiva en su economía, aunque este año no se logró", refirió Pérez.
El experto dijo que debido a que Hacienda anunció que en julio "cerraría a llave del gasto" en cuanto a realizar nuevas contrataciones y licitaciones, lo que se espera es que vuelva la disciplina presupuestal y se reduzcan los sobreejercicios, sobre todo, porque el gobierno Federal debe cumplir su meta de conseguir un superávit primario de 0.8 por ciento del PIB al cierre de 2018.