Mercados

¿Porqué el aumento en salarios es un dolor de cabeza para Banxico?

Los salarios tuvieron el mayor aumento en 16 años. Esta situación ayuda a la recuperación del poder adquisitivo, pero también pueden ser una fuente de presiones inflacionarias.

Los salarios negociados directamente entre trabajadores, mediante sus sindicatos, y empresarios en el ámbito de la jurisdicción federal en México, reportaron un aumento en promedio de 4.9 por ciento en 2018, el mayor desde desde el observado en 2002, de acuerdo con cifras publicadas por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social.

El incremento salarial en el pasado año fue recibido por 2,358,054 trabajadores, la mayor cantidad desde que esta estadística es dada a conocer a partir de 1988.

El aumento a los salarios contractuales de jurisdicción federal en México en 2018 estuvo determinado por dos factores principalmente: una inflación elevada y la referencia representada por el aumento al salario mínimo de 10.4 por ciento.

La recuperación nominal en los salarios contribuye a aumentar el consumo en el mercado interno, pero puede representar un reto para los esfuerzos encaminados a bajar la inflación, sobre todo si no hay la contrapartida de un aumento en la productividad.

Los aumentos en los salarios han estado en el radar del Banco de México, para ver su impacto en la inflación, lo cual puede condicionar negativamente a su política monetaria, particularmente en obligarlo a mantener elevada a su tasa de referencia, en el actual 8.25 por ciento.

"Que un caso que ilustra lo anterior es el de un crecimiento de los salarios reales por arriba de la productividad, lo que podría conducir a una mayor inflación, poniendo en riesgo el objetivo de elevar el poder adquisitivo de las remuneraciones" se advierte en el contenido de las minutas de la última reunión del Banco de México.

Todo parece apuntar a que la demanda de mayores salarios en las revisiones entre trabajadores y empresas, en ámbito federal, persistirán en los próximos meses, debido a que todavía prevalecerán resistencias para que baje a mayor velocidad la inflación y siguiendo el marco de referencia representado por el alza de 16.2 por ciento al salario mínimo, vigente a partir de este enero.

Las presiones para obtener un mayor aumento en los salarios contractuales de jurisdicción federal se observarán en los estados fronterizos con Estados Unidos, dado que el aumento en esa región fue de 100 por ciento muy por arriba del 16.2 por ciento en el resto del país.

En este año, los aumentos a los salarios serán un importante catalizador del consumo interno, que pueden ayudar a compensar en algo a la posible desaceleración en los ingresos provenientes del sector externo. Con todo, el balance para el crecimiento económico apunta a que puede ser inferior al 2 por ciento en 2019.

También lee: