Aún con el alivio en la carga fiscal para Pemex anunciado este miércoles, la petrolera está en desventaja frente a sus competidores.
Aunque se le liberen 50 mil millones de pesos en sus obligaciones para 2016 y que Pemex opte por elevar su límite de deducciones a entre 6.1 y 8.3 dólares por barril -lo que representa cerca del 25 por ciento en promedio de sus costos- sus pares petroleros pueden deducir casi el doble en México o en el extranjero.
En las primeras dos rondas de aguas someras, por ejemplo, los ganadores como la mexicana Sierra Oil o la argentina E&P Hidrocarburos pueden recuperar hasta el 60 por ciento de sus costos, es decir más del doble de lo que tiene permitido Pemex.
El cambio anunciado regresa a Pemex a los estándares previos a la reforma cuando podía deducir 6.5 dólares por barril, con lo que fracasó el objetivo de la reforma energética de disminuir su carga fiscal, de acuerdo con expertos.
Alejandra León, analista de IHS Cera, señaló que la diferencia es muy amplia entre el esquema que tienen los operadores de las Rondas 1.1 y 1.2 contra los que tiene Pemex, pese a operar en campos similares.
Para Fluvio Ruiz, exconsejero profesional de Pemex, no solo se fracasó, sino que se afectó a Pemex, pues en los peores momentos de sus finanzas no lo dejaron deducir una mayor proporción de sus costos.
"El 8.3 que es ahora el límite alto son los mismos que teníamos antes (6.5 dólares por barril) si le sumas la inflación, entonces en términos fiscales para Pemex no ha habido ningún avance, con la reforma o después de ella", señaló.
El director general de Pemex, José Antonio González, declaró que lo que se le permitió a la empresa con lo anunciado esta semana es regresar al esquema anterior a la reforma.
"Lo único que se está haciendo es permitirle a Pemex que tenga acceso al régimen previo a la reforma porque el régimen nuevo se hizo con precios del petróleo sumamente altos", declaró.
HOYO EN EL ERARIO
El ahorro de 50 mil millones de pesos que se prevé con la ampliación en la deducibilidad de Pemex, son ingresos que dejarán de llegar al erario. Puede considerarse este apoyo como un subsidio, un gasto fiscal para la Federación, expuso Herbert Bettinger, director de Bettinger Asociados.
Añadió que no hay gran cambio entre los índices previos a la reforma energética y los que se presentaron el miércoles.
"El cambio sustancial es que hoy Pemex ya no es una empresa paraestatal, es una empresa productiva del Estado, y como tal tiene que salir adelante con sus propios recursos", refirió.
Previo a la reforma Pemex tenía una sobrecarga fiscal y con la reforma se buscaba liberarla para que tuviera más ingresos.
Con el apoyo se amplía la deducibilidad, pero el monto debe ser el adecuado para competir a nivel internacional, dijo Enrique Cárdenas, director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
"Si el régimen recién presentado no es competitivo frente a otros mercados, no habrá valido la pena hacer el cambio", añadió.
Fernando Ramones, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria señaló que los cambios en el régimen fiscal de Pemex son signos de adaptabilidad a la reforma a la cual no le tocó el mejor panorama.