El Sindicato Nacional de Servicios "Alberto Juárez Blancas", afiliado al Congreso del Trabajo, demandó a la compañía Uber la firma de un Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) con emplazamiento a huelga buscando sindicalizar a aproximadamente 300 conductores que no tienen vínculo laboral alguno con la plataforma digital de transporte privado.
Para conseguir la firma del contrato, el sindicato emplazó a huelga a Uber desde junio de 2015 y en este mes de abril la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) podría resolver, señalaron a El Financiero fuentes involucradas en el proceso.
La aplicación que nació en San Francisco, Estados Unidos como respuesta a una necesidad de movilidad, no ha enfrentado alguna demanda de titularidad de contrato por parte de ningún sindicato en las más de 400 ciudades donde opera.
Uber tiene empleados en México y cumple con sus obligaciones laborales pero los choferes tienen relación con los dueños de los coches, no con la plataforma y es allí donde podría tener cabida un sindicato.
Laboral. Uber define a los conductores como socios y les ofrece ganar dinero como contratista independiente.
Sin jefes. Uber da la libertad a los conductores de tomar el volante cuando lo crean conveniente, el tiempo que deseen, eligen cuándo conducir, a dónde ir y a quién recoger.
Es decir, la empresa no tiene contratados a choferes, pues es una plataforma tecnológica y no una empresa de "taxis".
En nuestro país cualquier empresa puede ser emplazada a huelga.
La Ley Federal del Trabajo establece que cualquier sindicato legalmente conformado puede demandar la titularidad de un contrato a una empresa cuando no exista alguno vigente y si los trabajadores están de acuerdo en ser representados por determinada organización sindical.
Aunque la Ley también señala que a nadie se le puede obligar a formar parte de un sindicado.
Pedro sabe que la existencia de un sindicato en Uber es inviable en términos legales, pues los conductores son autoempleados y la App lo que hace es ofrecer una plataforma tecnológica para anunciar que el coche está disponible para hacer viajes, pero en ningún caso se asume como patrón.
"Cada quien es autoempleado, pero lo que ocurre en ocasiones es que cuando manejas el coche de alguien más, ahí ya se puede generar una relación pero que no necesariamente es laboral, ya que se rentan los coches y lo que se firma es un contrato de arrendamiento con un particular, en ningún momento hay relación con Uber", explicó a El Financiero.
A un año de haberse sumado a los 40 mil socios que tiene Uber en el país como dueño y conductor, Pedro considera que la tecnología rebasó a la realidad.
En este caso a las leyes laborales, pues aunque haya conductores que exijan prestaciones y seguridad social, el esquema con la App no compromete a Uber a registrar a los choferes como empleados directos.
¿QUIÉN ES EL SINDICATO?
El secretario general del sindicato que pelea el Contrato Colectivo de Trabajo en Uber es Alberto Juárez Bautista, quien tiene toma de nota vigente hasta febrero de 2017 y de acuerdo con su página de Internet (www.federacionsindicalajb.org) es secretario de Capacitación Política y Sindical de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) del Estado de México y miembro "activo" del Congreso del Trabajo.
Datos de las juntas local y federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) indican que el sindicato Juárez Blancas tiene al menos una decena de contratos colectivos depositados en tribunales desde 2011 y abarcan áreas como servicios tecnológicos, de transporte y comunicación, logística y servicios de limpieza.
Cabe destacar que la demanda de Uber se aceleró el miércoles durante el doble Hoy No Circula.