CIUDAD DE MÉXICO.- Si bien los precios han aumentado igual para toda la población, las personas con estudios universitarios y posgrado han sido las más afectadas debido a que, después de la recesión de 2009, el mercado laboral disminuyó la demanda de personal con ese nivel de escolaridad, provocando que sus salarios fueran a la baja.
El Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana, Campus Puebla, indica en el Informe del Salario Mínimo Constitucional, que de 2006 -año en que se registró un repunte salarial en el país- a 2012, la población universitaria registró una pérdida de su poder adquisitivo de 21 por ciento y los trabajadores de posgrado una caída de 23 por ciento.
Miguel Reyes, coordinador del Observatorio, explicó que la pérdida de poder adquisitivo en el periodo de referencia resulta de la división del salario real mensual, calculado con base en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), entre la Línea de Bienestar del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El estudio indica que mientras en 2006 el salario de un trabajador con estudios universitarios se ubicó en 8 mil 300 pesos mensuales promedio en términos reales, para 2012 ese salario pasó a 6 mil 769 pesos. Para un trabajador con posgrado, el salario mensual promedio en términos reales era de 18 mil pesos en 2006 y para 2012 bajó a 14 mil 807 pesos.
En tanto, la Línea de Bienestar (LB) del Coneval cerró 2006 con un valor de mil 810 pesos y en 2012 en 2 mil 388 pesos mensuales.
Ésta incluye productos de la canasta alimentaria como verduras, cereales y lácteos y de la no alimentaria como enseres, vivienda y esparcimiento.
El Observatorio concluye que mientras en 2006 los universitarios podían cubrir 5.16 veces la LB, en 2012 sólo pudieron cubrirla 4.09 veces, lo que significa que la población universitaria ha tenido una pérdida de su poder adquisitivo de 21 por ciento.
Para los trabajadores posgraduados, quienes en 2006 podían cubrir 11.59 veces la LB, para 2012 sólo la cubrieron 8.96 veces, equivalente a una pérdida de poder adquisitivo de 23 por ciento.
Reyes aclaró que no significa que los salarios para las personas con menos estudios hayan mejorado, sino que tras la recesión, los empleos que más se demandaron fueron en sectores como comercio o servicios los cuales, pese a la crisis, no mostraron una tendencia a la baja.