La productividad laboral en México registró en el primer trimestre de este año su peor desempeño desde la Gran Recesión de 2009.
Con base en las horas trabajadas, el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía evidenció una contracción de uno por ciento a tasa anual entre enero y marzo. Este fue el primer descenso en ocho años para un periodo similar.
Si se mide con base en la población ocupada, el índice reportó un ligero incremento de 0.1 por ciento, señalando su peor resultado para un periodo similar también desde 2009, según los registros del Inegi.
"Hemos tenido un crecimiento del empleo relativamente elevado y al mismo tiempo un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no tan alto. Crece el empleo, pero son empleos que no generan productividad, y es por eso que no pueden aumentar los salarios de forma significativa", mencionó Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
La productividad laboral sólo retrocedió en la actividad industrial, con un 4.1 por ciento anual. Este sector resalta como el factor que ha lastrado al índice general. Con esta cifra el sector acumuló nueve trimestres en terreno negativo.
Por ejemplo, la productividad de las empresas constructoras descendió a la mayor tasa en poco más de tres años, mientras que la de la industria manufacturera acumuló dos años de pérdidas en el rendimiento por hora.
En contraste, en el sector agropecuario se observó un crecimiento de uno por ciento, mientras que en el sector servicios el avance fue de 0.5 por ciento anual.
MEJOR DESEMPEÑÓ EN COMERCIO
El Índice de Productividad Laboral calculada en base al personal ocupado registró un mejor desempeño en empresas comerciales y de servicios, pero moderó su avance.
En empresas de comercio al detalle este indicador avanzó cinco por ciento en el primer trimestre, luego de una alza de 8.0 por ciento en último cuarto de 2016.
En firmas de comercio al por mayor el índice creció 3.4 por ciento anual, mientras que en las de servicios privados no financieros el aumento fue de 3.4 por ciento.
Feliz indicó que a lo largo de los últimos 30 años se ha logrado un crecimiento en el PIB de 2.2 o 2.3 por ciento, pero no se han podido mejorar las condiciones de pobreza y de bajos ingresos por el estancamiento de la productividad.
Enfatizó que esta es la variable por la cual se debe juzgar al gobierno, si crece la productividad o no.
REZAGO ESTRUCTURAL
El catedrático del CIDE, indicó que la productividad se genera a través de una combinación de la educación, capital humano, infraestructura y la calidad de la inversión con que cuenta una economía, pero el rezago que muestra México es señal de que no se ha invertido lo suficiente en estos factores.
Dijo que ésta fue una las razones de fondo para implementar las reformas estructurales, de modo que los resultados del índice sugieren que el retorno que se está obteniendo de las reformas es muy bajo.
"Esa fue precisamente la intención de las reformas, tratar que sectores como el petrolero, el energético, donde los monopolios del Estado destruyen productividad, comenzaran a aportarle dinamismo a la economía", sostuvo.
Estimó que en el promedio del año espera un crecimiento de 0.3 o 0.4 por ciento en la productividad, lo cual no es suficiente.