El valor económico del trabajo no remunerado y de cuidados en México alcanzó un nivel de 4.2 billones de pesos en 2014, lo que representó 24.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con especialistas.
Durante la "Décimo cuarta reunión internacional de especialistas en información sobre uso de tiempo y trabajo no remunerado", señalaron que en América Latina las mujeres dedican en promedio entre dos y cinco veces más horas que los hombres a realizar trabajo no remunerado.
Ana Güezmes, representante en México de la entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad y el Empoderamiento de la Mujeres (ONU Mujeres), sostuvo que no puede haber desarrollo ni democracia en el mundo global y local sin la plena participación de las mujeres.
Señaló que en América Latina, las mujeres dedican en promedio entre dos y cinco veces más horas que los hombres a realizar el trabajo no remunerado y de cuidado, el cual en México representa 24.2 por ciento del PIB.
"Las mujeres no podemos estar ahí como el colchón que asume toda esta carga de cuidados, que va a ser creciente", ante lo cual, planteó el cuidado como un bien público, ya que es parte de los derechos humanos y tienen un marco normativo.
Por su parte, la presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres) de México, Lorena Cruz, apuntó que la contribución económica de las mujeres, al generar bienes y servicios diversos en sus propios hogares, equivale a 18 por ciento del PIB.
Mencionó que de cada 100 horas de trabajo total, las mujeres aportan 60 y han empleado gran parte de su tiempo en la construcción y mantenimiento de la infraestructura doméstica para el desarrollo y crecimiento de los otros.
En México, por ejemplo, las mujeres dedican 25 horas semanales al cuidado de menores y 27 al cuidado de enfermos, mientras los hombres dedican sólo 11 y 15 horas a estas actividades, respectivamente.
Refirió que de 24.2 por ciento que representa el trabajo no remunerado y de cuidados en México, 18 por ciento fue aportado por las mujeres y 6.1 por ciento por los hombres, y por cada hora de trabajo no remunerado que aportan los hombres, las mujeres contribuyen con dos horas.
Opinó que no basta con hacer una estimación de la cantidad de tiempo y de la distribución que se hace del trabajo no remunerado, también tiene que valorarse, y eso incluye cuantificar el valor de hacer la comida para la familia, la supervisión de tareas escolares, entre otras actividades.