La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla; Scarlett Alvarez, vicepresidenta de la firma energética The AES Corporation, y Ragnhild Melzi, vicepresidenta de Americas Society and Council of the Americas (AS/COA), coinciden: la han tenido más difícil por ser mujeres.
Durante la Conferencia de Red Hemisférica de Mujeres, realizada ayer en la Ciudad de México y organizada por Americas Society and Council of the Americas, Chinchilla recordó que antes de ser presidenta, cuando fue nombrada Ministra de Seguridad, sólo 7 de 70 generales se quedaron en el anuncio de presentación para ponerse a sus órdenes.
"Cuando el presidente llamó a los 70 comandantes generales (…) y les anunció que esa mujer de 36 años iba a ser su próxima jefa, la primera mujer que ocupaba esa cartera, se hizo un silencio (…) se generó una muy negativa reacción. La sobrevivencia en ese cargo se convirtió, en consecuencia, en una de las experiencias más aleccionadoras de mi carrera política", señaló.
"Descubrí algo que fue importante en ese momento y que explicó por qué, finalmente, logré llegar a la presidencia del país: si el nombramiento mío no hubiera sido en la cartera de cultura, de salud, de educación, la gente no lo habría notado. (…) pero la gente lo notó, los titulares que decían '¿por qué una mujer en medio de una crisis de seguridad? Que la manden a cultura, que la manden a educar'. A veces tenemos que aprender que empujar los límites, el atrevernos a ir ahí, a donde nunca hemos sido invitadas a ir, puede ayudarnos a propulsar nuestras carreras".
En entrevista con El Financiero, previa al evento, consideró que son los obstáculos intangibles, los ligados a patrones culturales, los que estigmatizan a las mujeres para ciertos cargos. Su consejo: trabajar colectivamente.
"En el fondo, esto no se trata de que Laura Chinchilla pueda hacer las cosas mejor, no se trata de que yo pueda conseguir el éxito; en el fondo a nosotras las mujeres se nos juzga por nuestra condición de género, cada vez que cometemos un error, el error no se queda con el individuo, como sucede con el hombre: lo paga todo el género", señaló.
"Pues vaya, la única manera de enfrentar ese problema es que actuemos colectivamente y que conquistemos triunfos que puedan ayudar a jalar a otras congéneres detrás nuestro, a la par nuestra, de tal manera que cada triunfo nuestro sea un triunfo que de alguna manera podamos colectivizar".
Prepárate
Scarlett Alvarez es miembro de juntas directivas en empresas de Brasil, República Dominicana y Panamá, y ha trabajado en el Banco Mundial y la representación de Venezuela ante la ONU. Pero a ella la habían educado para cuidar el hogar.
"En mi época las mujeres nos enseñaban que éramos un poco más para llevar el hogar, que teníamos que coordinar en el hogar. A mi generación le tocó duro porque fueron aquellas primeras mujeres que salían al mundo de hombres. Y esa misma enseñanza de niña nos hacía quedarnos un poco rezagadas".
Ella tiene tres consejos para sus congéneres en el mundo empresarial. El primero, prepárense, estudien; el segundo, sean directas. "En el mundo de los hombres tienes que hablar al grano, directo y ser asertiva".
Por último, recomienda tener dos mentores: uno hombre y otra mujer. "Ten un mentor formal y uno informal, porque el mentor informal te va ayudara ver esos otros aspectos que están en el ambiente que hay veces que el formal no los ve porque van al objetivo técnico del trabajo".
Confianza
Por otra parte, Melzi, quien cuenta en su carrera con altos puestos en Citibank, HSBC y JPMorgan, señala que dos rasgos necesarios para sobresalir son tener confianza y motivación.
"Primero que nada, como decíamos en la conferencia, las mujeres tienen que tener más confianza, tienen que pedir aumentos salariales, tienen que enterarse de lo que le pagan a sus pares masculinos", dijo.
"Creo que lo más importante es tener pasión y siempre buscar la forma de trabajar y buscar entender qué es lo que motiva a la persona. Hay que hacer mucho análisis interno para saber qué es lo que me motiva a mí, porque eso, a la larga, lo guía a uno y le permite adelantarse en su carrera".
Y hace una recomendación muy puntual, lean 'The Confidence Code', de Katty Kay y Claire Shipman.
"Es un libro que leí hace unos dos o tres años y a todo el mundo se lo recomiendo (…) entrevistaron a un sinnúmero de personas en diferentes campos y profesores que han hecho estudios sobre la confianza para entender por qué hay diferentes niveles entre hombres y mujeres".