Un día después de anunciar fuertes aranceles a las importaciones de acero y aluminio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes en Twitter que "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar".
Trump dijo el jueves que Estados Unidos aplicará aranceles del 25 por ciento sobre el acero importado y del 10 por ciento sobre el aluminio para proteger a los productores estadounidenses, aunque funcionarios de la Casa Blanca dijeron luego que aún era necesario aclarar algunos detalles.
"Cuando un país está perdiendo muchos miles de millones de dólares comercialmente con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", dijo el mandatario en Twitter.
"Por ejemplo, cuando perdemos 100 mil millones (de dólares) con un país concreto y se muestran satisfechos, ya no comerciamos más, y ganamos a lo grande. ¡Es fácil!", agregó Trump.
Los temores de una creciente guerra comercial provocaron liquidaciones masivas en Wall Street, Asia y Europa, golpeando los precios de las acciones de los fabricantes de acero y de las firmas manufactureras.
Trump cree que los aranceles salvaguardarán empleos en Estados Unidos, pero muchos economistas advirtieron que el impacto de los aumentos de los precios para los usuarios del acero y el aluminio, como las industrias automotriz y petrolera, destruirán más puestos de trabajo que los que crearán las restricciones a las importaciones.
El ministro de Comercio de Australia dijo este viernes que las medidas podrían desencadenar represalias de otras economías y podría costar muchos empleos, mientras que China predijo que el comercio se verá dañado si otros países siguen el ejemplo de Estados Unidos.
En Bruselas, la Comisión Europea calificó la decisión de Trump como una intervención evidente que equivale a proteccionismo. Sin embargo, aunque prometió actuar "firmemente", no hizo mención de represalias, sino que habló de contramedidas que se ajustan a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).