Economía

Trump nada a contracorriente en comercio

Ni en el Capitolio, ni en el sector empresarial, menos con los especialistas económicos, Trump encuentra apoyo a sus intenciones de terminar con el TLCAN, ya que los estadounidenses respaldan el tratado, asegura el experto. 

La visión sobre comercio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está teniendo eco en los pasillos del Capitolio ni del empresariado de su país.

En entrevista exclusiva con El Financiero, el analista en comercio del think tank The Heritage Foundation, Brian Riley, dijo que buena parte del poder legislativo y del sector empresarial de su país respalda abiertamente el TLCAN y el libre comercio.

Sin embargo, señaló que una minoría que hace mucho ruido aviva la idea de modificar el TLCAN de forma que pudiera resultar más proteccionista.

En esta línea, Riley otorgó qué hay buenas probabilidades de que se de una negociación trilateral benéfica para los tres miembros; sin embargo, precisó que nada está dicho y dejó ver que aún todo puede pasar.

-¿Usted diría que la mayoría de la opinión pública en EU, esto incluye sector privado, académicos y analistas, apoyan el TLCAN y el libre comercio con México y Canadá?

-Absolutamente que los estadounidenses respaldan el TLCAN. Si revisas las encuestas de opinión respaldan el TLCAN y si lo descompones demográficamente hay áreas que lo apoyan más que otros.

Es un acuerdo en el que la mayoría de los ciudadanos no piensan diariamente por lo que cuando tienes candidatos diciendo 'es el peor acuerdo de la historia' es probable que se atrevan a decir que no está bien sin molestarse en examinar los hechos, pero cuando hablas con economistas, organizaciones empresariales, el voto popular el apoyo al TLCAN deja de lado la idea de salirse del tratado.

Hay algunos grupos muy poderosos que se quieren salir, están los sindicatos, las bases de apoyo de Trump son muy escépticas de este tipo de acuerdos.

-Dado que hay un gran apoyo al TLCAN dentro de EU, Trump tiene que darse cuenta de que no tiene la mayoría de empresarios y legisladores de su lado, en esta visión más proteccionista del comercio.

-Correcto e incluso iría más allá y diría que entre los miembros republicanos del congreso también porque es nuevo en el partido, no necesariamente le deben lealtad y en el senado, que está muy dividido, los demócratas no lo van apoyar.

Ya hemos visto cómo algunos senadores han dicho que va en mal camino en torno al TLCAN y que habrá muchos más lugares como Texas, Oklahoma, Kansas, Nebraska que dirán 'no hagas esto' por lo que hay muchas razones para pensar que no habrá acciones extremas.

Desafortunadamente bajo la ley de EU el presidente tiene mucha flexibilidad para ser capaz de lograr un nuevo acuerdo pero también para decidir salir de un acuerdo. Es decir, bajo la ley actual no habría mucho que el Congreso pueda hacer al respecto.

-La administración Trump evalúa si abordar el TLCAN de forma bilateral o trilateral. ¿Qué conviene más?

-Creo que la mejor idea, por mucho, es llevar el TLCAN como existe actualmente. Identificar áreas para modernizarlo acorde al siglo XXI, áreas donde se pueda mejorar (...) No se deberían enfocar tanto en renegociarlo, sino en modernizarlo y mejorarlo, lo que haría mejor en una base trilateral para que tengamos el común interés de Norteamérica y no una situación donde los tres países terminen compitiendo uno contra el otro.

-¿Y qué expectativas tiene sobre un acuerdo bilateral o trilateral?

-Todo mundo en Washington están conteniendo la respiración hasta ver qué se decide. Claramente algunos asesores clave de la administración prefieren el enfoque acuerdos bilaterales, pero eso no descarta acuerdos regionales.

Desde el punto de vista negociador, parece mucho más simple actualizar el TLCAN que empezar una negociación bilateral con México y otra con Canadá. Como sabes, acabamos de tener a nuestro Representante de Comercio y él querrá analizar esta situación así como el congreso.

Es muy tentador ver algo que diga la administración y no hay forma de saber si se trata de una política real, una táctica negociadora y si quiera si pueden hacerlo cuando miembros del Congreso son responsables de proveer la autoridad para negociar, por estas razones creo que hay buenas probabilidades de que suceda una negociación tradicional y que no tarde mucho tiempo.

También lee: