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Slim defiende el aeropuerto; AMLO lo ataca

El tabasqueño aseguró que el empresario es uno de los cuatro principales contratistas del proyecto, por lo que señaló que es normal que se oponga a la cancelación del nuevo aeropuerto.

Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición 'Juntos Haremos Historia', afirmó que las declaraciones del empresario Carlos Slim forman parte de una estrategia para "contrarrestar" el avance de su movimiento.

"Lo están utilizando (a Slim) para tratar de contrarrestar el avance de nuestro movimiento, pero no les va a funcionar. La gente ya decidió que no va a haber corrupción en México, ya la gente decidió acabar con el bandidaje oficial", argumentó.

El tabasqueño no descartó que el presidente de Grupo Carso haya atendido a un llamado del presidente Enrique Peña Nieto o del expresidente Carlos Salinas de Gortari.

"Seguramente le pidieron que saliera a dar esta conferencia. Seguramente Peña Nieto o Salinas, pero no tengo pleito con él ni con nadie", abundó.

En entrevista al término de su mitin en Sonora, el candidato de Morena-PES-PT señaló que es normal que el hombre más rico de México se oponga a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), porque "es uno de los cuatro principales contratistas de ese proyecto".

"Respeto la opinión de todos. Si él opina de esa manera, está en su derecho, porque él es parte de las empresas que están construyendo ese aeropuerto, él es contratista", sostuvo.

Sin embargo, el tabasqueño pidió al empresario "tranquilizarse y serenarse porque yo no estoy en contra de los empresarios. Lo único que quiero es que ya no haya corrupción. Ya no se van a hacer negocios al amparo del poder público".

López Obrador puntualizó que Slim Helú está en todo su derecho de pronunciarse a favor de la construcción del nuevo aeropuerto y de poner recursos en ese proyecto, pero subrayó que esa inversión se debe hacer "con sus recursos, no con los recursos de todos los mexicanos".

"Si es como dice él que es 'un buen negocio', pues que lo haga con su dinero. Si lo hace con su dinero se le puede dar la concesión, pero que el dinero del pueblo de México no se malgaste", apuntó.

El morenista enfatizó que "el nuevo aeropuerto representa un barril sin fondo de corrupción, un enorme socavón que no tienen que pagar los mexicanos".

Recalcó que el NAIM "no es negocio para los mexicanos", sino "para un pequeño grupo, para los contratistas", porque "ellos sí van a ganar mucho y el país no tiene presupuesto para financiar una obra faraónica".

El tres veces candidato presidencial también emplazó al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a concretar la reunión programada para tratar este tema entre cinco integrantes de su equipo, cinco del gobierno federal y cinco empresarios, y dijo que, incluso, "en el grupo de empresarios puede participar Carlos Slim".

Sostuvo que "es claro que (Slim) está hablando por sus inversiones, porque son cuatro contratistas principales, es Carlos Slim e Hipólito Gerard, que es cuñado de Carlos Salinas de Gortari".

Señaló que buscará a los empresarios y contratistas para convencerlos de que "se puede resolver el problema de la saturación del aeropuerto con menos dinero".

"Él es empresario y está defendiendo sus intereses, pero yo voy a ser presidente y voy a defender los intereses del pueblo de México", aseguró.

Si se frena NAIM, se frenará al país, advierte el empresario

Suspender el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es equivalente a suspender el crecimiento de México, advirtió el empresario Carlos Slim, en conferencia de prensa en la que apoyó la construcción de la obra.

Agregó que la nueva terminal aérea será un detonador económico de la zona en donde se construye, lo que provocará una transformación económica en el área y sus alrededores.

Dos de sus empresas, Operadora CICSA y FCC, participan en la construcción del NAIM. Las firmas de su propiedad tienen una participación de 8 por ciento del total invertido en las obras. Además, su yerno, el arquitecto Fernando Romero, fue el encargado de diseñar el proyecto aeroportuario.

"Que no se interprete que tengo interés en la concesión o en el terreno, que haya dinero privado, pero que sea el gobierno el que defina dónde se debe construir qué", apuntó.

Slim Helú aseguró que la discusión no debe ser si cuesta más o menos, sino qué efectos va a tener la inversión en la zona. "Es una transformación mágica, es de vanguardia", subrayó.

"Está en el área nororiente, que es el área más marginada de la Ciudad de México, donde más hacinamiento hay, donde más pobreza hay. Las personas que viven ahí tienen que trasladarse una hora, hora y media, o muchas horas para poder llegar a sus trabajos todos los días. Aquí está la oportunidad de que trabajen cerca, que se detone el desarrollo", puntualizó.

La nueva terminal se ubica en una zona donde convergen municipios del Estado de México, como Texcoco, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, y se encuentra cerca de las delegaciones Iztacalco e Iztapalapa.

"Con los presupuestos actuales se piensa que hay 60 mil millones de pesos de salarios en la población mexicana, muchísima de ella local, que vive ahí, que se le estaría dando la oportunidad de trabajar", agregó.

El candidato presidencial puntero de las encuestas, el morenista Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que está en contra del proyecto, cuestionando el costo (13 mil millones de dólares), y ha propuesto mantener el aeropuerto actual y construir más pistas en la base militar de Santa Lucía.

Sobre ese proyecto, sin mencionar directamente al morenista, Slim cuestionó que implicaría pérdida de tiempo para los viajeros nacionales e internacionales, ya que se encuentra a varios kilómetros de la capital mexicana.

Respecto a si quisiera que no ganara López Obrador la Presidencia, el ingeniero señaló: "No sé, no depende de mí".

–¿Puede temer al proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador?

–Me preocuparía y me daría miedo por todo lo que siga, porque si ese va a ser el criterio, yo creo que van a ser criterios equivocados de inversión. Hay el riesgo de que se equivoquen tomando pocos factores en las decisiones.

Con información de Itzel Castañares*

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