CDMX, Yucatán, Sinaloa, Quintana Roo y recientemente Oaxaca, son las ciudades en las que los anfitriones de Airbnb deben pagar un gravamen de 3 por ciento, conocido como Impuesto por la Prestación de Servicios de Hospedaje.
El cargo es cobrado por la plataforma de reserva online y remitido a las secretarías de turismo y de finanzas locales.
En junio de 2017, la CDMX se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en cobrar impuestos a Airbnb. La semana pasada el gobierno de Oaxaca firmó un convenio para que los usuarios de la firma estadounidense paguen el 3 por ciento por concepto de impuesto al hospedaje.
Con ello, el gobierno de la entidad sureña espera recaudar durante el próximo año en los hoteles 84 millones de pesos, de los cuales, el 7.1 por ciento provendrá del pago de los usuarios de Airbnb.
Airbnb dijo que tiene acuerdos con entidades como Colima, Baja California Sur, Jalisco y Guerrero.