Apenas en enero pasado, Fiat Chrysler Automobiles (FCA) anunció que moverá su producción de pick ups de México a Estados Unidos, lo que parece una respuesta más a las presiones que ejerce el presidente Donald Trump para que las automotrices americanas reubiquen su manufactura en la Unión Americana.
Pese a este tipo de casos, México ha reconfigurado en los últimos meses su manufactura automotriz para dejar de ser un país enfocado en la fabricación de vehículos ligeros y ahora serlo de camionetas.
Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en el primer bimestre del presente año casi seis de cada 10 vehículos ensamblados en México fueron camionetas -principalmente SUVs- mientras que un año antes la proporción era de cuatro de cada 10 y hace siete años por cada decena de unidades fabricadas siete fueron autos ligeros.
Además, entre enero y febrero de 2018 se armaron en México 369 mil 348 camionetas, 36.5 por ciento más que en igual periodo de 2017, muestran datos de la AMIA.
El cambio en la estrategia de producción, según los especialistas, tiene que ver con la creciente demanda de camionetas en el mundo, principalmente de Estados Unidos, destino del 73.9 por ciento del total de unidades que se fabrican en México para el extranjero.
"El cambio de demanda en Estados Unidos se refleja en la producción de México. Existe mayor demanda de camionetas en ese país a causa de los precios de la gasolina, los cuales se están reduciendo. Las armadoras realinean su capacidad productiva a estos cambios de demanda", explicó en un correo Guido Vildozo, experto del sector automotriz de la consultora IHS.
Durante el primer bimestre de 2018, se mandaron al extranjero 317 mil 357 camionetas, lo que significó un aumento de 35.1 por ciento comparado con lo reportado en igual periodo de 2017. Por su parte, el número de autos ligeros exportados fue de 189 mil 711, 18 por ciento menos que lo reportado en el mismo primer bimestre del año pasado.
Ante la mayor demanda de camionetas, Jeep Compass y Chevrolet Equinox comenzaron formalmente su producción en 2017 y a la fecha están entre los cinco vehículos que más se exportan desde México. De hecho, estos dos modelos junto con la SUV Honda HR-V representan casi el 31 por ciento de la exportación total de camionetas.
"Decidimos producir Jeep en México por la dinámica del extranjero, que no necesariamente va ligada con la tendencia del mercado interno", comentó recientemente Bruno Cattori, presidente y director general de FCA México.
En tanto, Eduardo Solís, presidente de AMIA, destacó en conferencia de prensa que General Motors decidió reducir la producción del Chevrolet Aveo, modelo pensado para el mercado interno, para incrementar el armado de la Chevrolet Trax, vehículo con una vocación mayor para la exportación.
Actualmente en Estados Unidos, el 64.5 por ciento del total de vehículos que se venden son camionetas, mientras que hace ocho años era menos de 40 por ciento, según datos de la consultora Wardsauto.
Brais Alvarez Gallardo, analista de la práctica automotriz de la consultora J.D. Power México, dijo que también en Europa crece la demanda de estas unidades, por lo que eventualmente habrá más empresas que se sumen a esta dinámica. "Las marcas inteligentemente siguen la tendencia de ventas y preferencias al detalle", agregó el experto.
Se pueden producir más
Guido Vildozo dijo que aún puede aumentar la producción de camionetas en México, lo que dependerá de lo que suceda en Estados Unidos.
"Sin embargo, si uno considera que la demanda de camionetas quede en un rango de 65 a 70 por ciento del mercado total de la Unión Americana, México tiene espacio para acomodar más modelos", explicó.
FCA destacó que, al mover su producción de Saltillo, Coahuila, a Detroit, Michigan (Estados Unidos), podrá colocar la producción de un vehículo en México con vocación de exportación, sin detallar que tipo será.
Ford anunció el año pasado que entre 2018 y 2022 presentará 40 modelos 'verdes', de los cuales 16 serían completamente eléctricos y el resto híbridos.
Uno de esos vehículos sería una SUV eléctrica todoterreno, con una autonomía de 428 kilómetros y será fabricado en México, específicamente en la planta de Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
Especialistas y empresarios confían en que la renegociación del TLCAN termine en buenos términos, pero si llegara a caerse, también creen que el riesgo no sería tan alto para la industria automotriz en México.
"A pesar de ello, la industria empezará a aprovechar el resto de los acuerdos de libre comercio que tiene el país, así como buscar que el gobierno mexicano firme acuerdos con Asia", explicó Andrés Lerch, especialista automotriz de EY.