El conglomerado Alfa espera, después de tres años, alcanzar un acuerdo con Pemex para migrar dos contratos de operador a socio de producción compartida de la empresa productiva del estado y firmarlos en 2017, reveló Raúl Millares, director de energía de la empresa.
En entrevista con El Financiero, el ejecutivo comentó que se trata de un proceso que ha tardado porque no logran contar con una definición aceptable para ambas partes sobre la participación en el campo petrolero, además de que el cambio en la dirección general de Pemex retrasó dicha migración.
"Estamos avanzando bastante, hay un mejor entendimiento entre ambas partes en el aspecto técnico, cuánto se va a desarrollar, cuál será la velocidad, los precios, más que los precios el costo de desarrollar, y todas esas cosas se han ido revisando", destacó el ejecutivo.
Durante 2013, Newpek, subsidiaria energética del conglomerado que preside Armando Garza Sada, aumentó su presencia en la industria de exploración y producción, mediante el establecimiento de operaciones clave en México a través de su filial llamada ALFASID.
En México, la producción de petróleo y gas que tiene la empresa provienen de los campos San Andrés y Tierra Blanca (Veracruz), los cuales obtuvo por licitaciones con Pemex. Con el cambio a contratos de producción compartida, las regalías de estas operaciones serían para ambos.
"Son campos que pueden funcionar con precios relativamente bajos, a un valor de 20 dólares por barril ya sería difícil, pero a 45, 50 o 65 dólares (como ha estado el mercado) funcionan bien", explicó Raúl Millares.
Durante 2015, la producción de ambos campos apenas aumentó 1 por ciento comparado con un año antes.
2017 es el año
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