Google, Facebook y Microsoft entran paulatinamente a uno de los negocios que hasta hace no mucho era propio de operadores de telecomunicaciones como América Móvil, Telefónica y AT&T: el despliegue de cableado transoceánico.
Con ello buscan desarrollar una infraestructura para transportar sus datos sin tener que depender del cableado de otro jugador, lo que les dará control absoluto sobre su información y tráfico.
El cableado submarino es la base que permite que funcionen las comunicaciones globales al conectar diferentes puntos a grandes distancias, un uso que se materializa cuando usuarios descargan un video en YouTube, una película de Netflix o fotos en Facebook.
"Estas firmas tecnológicas no están peleadas con tener acceso a la fibra o al satélite; de hecho, la tendencia anticipada en la industria es augurar un escenario en el que una tecnológica adquiera a una empresa telecom que ya no sea rentable y que le sirva de base", dijo Jesús Romo, analista de Telconomía.
Añadió que estos jugadores refuerzan la capacidad de sus propios servicios, al depender menos de las empresas que controlan el tráfico internacional, como lo hacen las compañías de telecomunicaciones.
Actualmente hay alrededor de 350 cables submarinos en todo el mundo, según la firma de investigación TeleGeography. Este despliegue creció en los últimos años ante el acelerado avance tecnológico y una mayor demanda de datos.
A la fecha más del 90 por ciento de las comunicaciones de banda ancha se hacen a través de fibra óptica.
Este nuevo grupo de compañías como Google, Facebook y Microsoft, que tradicionalmente se han desempeñado como generadores de contenido y no tenedores de infraestructura, despliegan sus propias redes principalmente por la necesidad de capacidad pues ya no basta con la red de los operadores, comentó Héctor Silva, director general de Ciena.
Ciena provee la tecnología para 'iluminar la fibra', es decir, la electrónica que se conecta a la red para dar esa capacidad y también para hacer el diseño que permite explotar al máximo ese cableado, los denominados Internet Content Providers (ICP).
LOS PIONEROS
A mediados de 2013, América Móvil anunció una inversión de alrededor de mil 100 millones de dólares para conectar el cable submarino AMX-1, dada la demanda de conexiones rápidas y de acelerado tráfico de voz, datos y video.
El cableado AMX-1 dará servicio durante las próximas 2 décadas a México y a América Latina con puntos de conexión de Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Puerto Rico y República Dominicana.
Mucho antes, en 1999, en el detonador de la era de internet, AT&T junto con firmas como Sprint, Verizon y Telefónica realizaron el despliegue de una red denominada Pan American (PAN-AM), con una extensión de 7 mil 50 kilómetros, que corre por el océano Pacífico y que va desde Puerto Rico hasta la frontera entre Perú y Chile.
Además, el año pasado Microsoft y Facebook, de la mano de
Telefónica, anunciaron el despliegue de un cableado submarino denominado 'Marea' con una extensión de 6 mil 605 kilómetros que atraviesa el Atlántico, desde Estados Unidos hasta Bilbao (España) y que empezará a funcionar en el primer trimestre de 2018.
Google, por su parte, espera que en el último cuarto de este año finalice el despliegue de Tannat, un cable con una extensión de 2 mil kilómetros y que va de Brasil a Uruguay. Este plan se suma a la alianza con Mark Zuckerberg para tener una red que conectará a Los Ángeles con Hong Kong y que tendrá un costo aproximado de 400 millones de dólares.
Efrén Páez, analista de Mediatelecom, Policy & Law, señaló que esta estrategia no sólo le da control a los gigantes tecnológicos sobre su propio tráfico, sino que además refleja un nivel de inversión similar al que realizan los operadores tradicionales de telecomunicaciones en este tipo de infraestructura.
Se espera que aún con el avance de los gigantes tecnológicos en cableado submarino, los grandes operadores de telecomunicaciones todavía ofrezcan nuevas alternativas.
GANAN GIGANTES Y PROVEEDORES
Con el despliegue de su cableado, los gigantes tecnológicos también buscan abaratar costos y ampliar su infraestructura, incluso compartiéndola con otros grandes corporativos.
Carlos Hernández, experto de The Competitive Intelligence Unit (CIU), indicó que la capacidad de excedente de transmisión de datos de una firma tecnológica también puede rentarse a otras compañías o a una empresa telecom.
Por su parte, el ejecutivo de Ciena señaló que no sólo las grandes empresas ganan con el despliegue, pues el soporte de este cableado le da la oportunidad a firmas como la que representa, no sólo de dar soporte sino también de maximizar la capacidad de los tenedores de la red.
Su tarea, comentó, consiste en que lejos de que tengan que instalar un cableado nuevo, puedan escalar en crecimiento de capacidad en esos mismos cables al ritmo de la demanda.
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