Burberry dejará de destruir artículos no vendidos y de usar pieles de animales para calmar a los inversores y competir con las principales marcas de lujo que se apresuran a limpiar su imagen con nuevos compromisos de sostenibilidad y ética.
Durante mucho tiempo, las marcas de moda de gama alta han preferido quemar artículos que se quedaron sin vender, o enterrarlos en un vertedero, en lugar de arriesgarse a que sus etiquetas sean descubiertas en los cubos de basura de las tiendas de descuento.
Burberry, conocido por sus tartanes y gabardinas, se convirtió en la imagen de esta práctica en los últimos meses después de revelar que había destruido casi 29 millones de libras (37 millones de dólares) en bienes el año pasado, una revelación que despertó la ira de inversores en una junta anual de la compañía con sede en Londres en julio.
La cantidad de artículos destruidos se incrementó desde el año anterior ya que la marca se centró en renovar su oferta de moda mientras descartaba un negocio interno de perfumes cuya licencia se cedió a Coty.
La compañía cambió de estrategia este jueves y dijo que encontraría formas de reparar, donar o reutilizar materiales de productos invendibles.
"El lujo moderno significa ser responsable con el medio ambiente y socialmente", comentó el máximo responsable de Burberry, Marco Gobbetti, en un comunicado. "Esta creencia es fundamental para Burberry y es clave para nuestro éxito a largo plazo".
Oscilación del péndulo
El péndulo de la moda oscila constantemente, desde los top con hombros al descubierto a holgadas chaquetas de bombero, y los artículos no vendidos no parecen ser una preocupación principal de la industria.
Una nueva colección de estilo prêt-à-porter puede ser esencial para crear atmósfera en las boutiques de lujo, pero las tiendas dedicadas a vender sus bolsos más rentables están repletas de chaquetas, vestidos y otros artículos que tienen pocas posibilidades de encontrar comprador.
Las empresas de lujo han respondido a las críticas prometiendo utilizar una mayor parte de sus altos márgenes para financiar medidas de saneamiento de las cadenas de suministro.
Están prohibiendo a los proveedores usar tintes peligrosos y otros productos químicos, trabajando para asegurarse que las pieles de animales proceden de fincas más éticas y aumentando las contribuciones a los fondos de carbono.
Burberry está siguiendo los pasos de Gucci, la marca insignia de Kering, del minorista de lujo Yoox Net-a-Porter, y de Versace al dejar de utilizar piel animal en sus artículos.
Si bien el material es codiciado por muchos diseñadores, se ha convertido en un símbolo del exceso del mundo de la moda y la crueldad hacia los animales.