La firma de lujo Burberry destruyó 28.6 millones de libras (38 millones de dólares) en mercancía, que incluye ropa, accesorios y perfumería, en el último año para proteger su propiedad intelectual y el valor de la marca.
La cifra creció desde la quema de 26.9 millones de libras esterlinas de un año antes, explicó la empresa en su informe anual 2017/2018. En los últimos cinco años la destrucción de mercancía alcanza los 90 millones de libras.
Parte del incremento en la mercancía quemada se debe a que tuvieron que deshacerse de una gran cantidad de perfumes tras un acuerdo firmado con la estadounidense Coty, que adquirió su línea de belleza.
La compañía busca con esta medida cada año evitar que sus productos lleguen a mercados negros, o bien se vendan a precios inferiores a los correspondientes en otros sitios, lo que devaluaría la marca.
La firma asegura que la energía que se obtiene tras la quema de productos es almacenada y luego reutilizada.
La quema de productos ha sido cuestionada por inversionistas, quienes se preguntan por qué no podrían acceder a comprar los artículos que serán destruidos.
John Peace, el presidente ejecutivo saliente, dijo tras el informe que destruir productos "no es algo que hagamos a la ligera" y la directora financiera, Julie Brown, dijo "nos tomamos esto muy en serio".
Burberry reportó en el último año ventas por 2 mil 733 libras esterlinas, con una ganancia operativa de 410 millones.
La línea que más ventas le genera son los accesorios, con mil 46 millones de libras, seguida de Mujeres con 808 millones y Hombres con 647 millones.