Aunque parezca mentira, contratar televisión de paga es más barato que comprar un decodificador en México.
El paquete más económico de VeTV, de Televisa, cuesta 185 pesos en prepago para una televisión, mientras que el precio de un decodificador es al menos 3 veces más alto, pues en tiendas como Wal-Mart, Steren y BestBuy se cotiza entre 600 y mil pesos.
Si un usuario eligiera el decodificador más barato, es decir, el de 600 pesos, sólo tendría acceso a 9 canales de televisión abierta, y con ese monto podría pagar 3 meses de renta mensual de VeTV con acceso a 79 canales adicionales.
A pesar de que Dish incrementó sus precios al inicio de este 2016, ofrece un paquete básico con 53 canales, en 182 pesos mensuales, en tanto que su oferta más costosa roza los 500 pesos por mes. Con la opción más cara de los decodificadores, el usuario podría pagar hasta 5 meses de servicio.
Sandra Rodríguez, directora general de Jentel.mx, portal especializado en telecomunicaciones, consideró que el problema central radica en la mala estructura de origen de la política de transición digital del gobierno mexicano, que derivó en gastos adicionales para el usuario.
"Si la política hubiera estado bien estructurada, el usuario no tendría que haber pagado extra", comentó la ejecutiva.
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