Ferdinand Piech desapareció del ámbito empresarial durante casi dos años después de su abrupta partida de Volkswagen, la compañía automotriz que su abuelo contribuyó a crear. Ahora busca saldar cuentas pendientes.
Piech, exmáximo responsable y presidente de Volkswagen, y aún accionista clave de la compañía, ha reavivado las acusaciones de que los altos ejecutivos se enteraron de la manipulación de los motores diésel meses antes de que la compañía fabricante la admitiera.
Las afirmaciones, publicadas el miércoles a última hora en un artículo del Bild, podrían proporcionar nueva munición a los inversores que reclaman indemnizaciones por daños a la compañía.
Las acusaciones en el seno de Volkswagen se intensifican mientras los investigadores tratan de determinar qué papel desempeñaron los altos ejecutivos en la manipulación de 11 millones de vehículos en todo el mundo para falsear los resultados de las pruebas de emisiones.
Piech, que tiene 79 años y es miembro del clan multimillonario Porsche-Piech que controla el 52 por ciento de las acciones con derecho a voto de VW, se había mantenido al margen de la discusión pública luego de perder en una lucha de poder con el entonces máximo responsable, Martin Winterkorn, cinco meses antes de que estallara el escándalo.
La crisis diésel ya le ha costado a la compañía automotriz más de 23 mil millones de dólares en multas, recompras y otros cargos.
Volkswagen rechazó el miércoles a última hora las acusaciones de Piech y dijo que el expresidente de la junta directiva ya había hecho esas afirmaciones en una investigación independiente el año pasado, pero que en ese momento los examinadores de la firma legal estadounidense Jones Day las habían "catalogado de implausibles".
"La junta evaluará con atención la posibilidad de tomar medidas contra Piech", dijo en la declaración la junta supervisora de Volkswagen, aludiendo que podría presentar una denuncia penal contra Piech por falso testimonio.La compañía rehusó dar más explicaciones porque las investigaciones continúan.
Inversores indignados
Si bien Winterkorn se vio obligado a renunciar una vez que se reveló la manipulación en septiembre de 2015 y se reestructuró la dirección de la empresa, hasta ahora son pocos los altos ejecutivos de la compañía que han quedado directamente implicados.
Volkswagen perdió más del 40 por ciento de su valor de mercado en las semanas posteriores a revelarse el engaño.
Inversores de los Estados Unidos y Europa han presentado demandas y sostienen que perdieron dinero porque la compañía tardó demasiado en dar a conocer el problema.
La defensa de Volkswagen ha consistido en negar que los altos ejecutivos conocieran la magnitud del problema, de modo que toda afirmación en sentido contrario podría debilitar su posición, sobre todo si procede de un exintegrante de la empresa del nivel de Piech.
El diario alemán Bild publicó el miércoles que Piech dijo a los fiscales en Braunschweig, Alemania, que al enterarse de una posible manipulación de los motores diesel de VW en febrero de 2015 había informado a Winterkorn y luego a miembros de la junta supervisora, entre ellos Stephan Weil, el primer ministro del estado alemán de Baja Sajonia; el presidente del comité de empresa, Bernd Osterloh, el expresidente del sindicato IG Metall, Berthold Huber y Wolfgang Porsche. Piech abandonó la presidencia en abril de 2015.
"Nos resulta difícil seguir la lógica de las afirmaciones de Piech", dijo Arndt Ellinghorst, analista en Londres de Evercore ISI, en una nota a clientes. "¿Por qué dijo que había informado sólo a cuatro miembros de la junta y no a todos, como habría sido su deber como presidente?".