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Heineken y Modelo 'se beben' a las cerveceras artesanales

La cerveza artesanal se ha convertido en la segunda bebida alcohólica favorita de los mexicanos, por lo que estos gigantes han recurrido a firmar convenios con fabricantes de la categoría.

La cerveza artesanal se ha convertido en la segunda bebida alcohólica favorita de los mexicanos. Según Deloitte, ya ostenta el 14 por ciento de las preferencias, sólo detrás de la industrial, con 53 por ciento.

La creciente predilección por la bebida artesanal y el aumento de doble dígito que registra en volumen de ventas han llevado a los gigantes Grupo Modelo y Heineken a concretar acuerdos comerciales y adquirir varios fabricantes de la categoría.

En 2017 Heineken se hizo del total de la californiana Lagunitas y firmó un convenio con la jalisciense Primus que contemplaba una inyección de capital. Además, concretó acuerdos con las cervecerías Minerva y Patito para que éstas fueran distribuidas en Monterrey y Mérida, respectivamente. Hasta ahora, sólo el segundo convenio está vigente.

Las grandes cerveceras, según Deloitte, buscan ampliar su portafolio de productos con la finalidad de expandir su presencia en el segmento premium y atraer a consumidores más especializados.

Con una estrategia más agresiva, en 2015 Modelo se hizo de Cucapá, Cervecería Tijuana, Bocanegra y Cervecería Mexicana (que incluyen las marcas Mexicali, Día de Muertos, Tijuana y Bufadora).

Actualmente, también importa las marcas Hoegaarden y Goose Island desde Bélgica y Chicago, respectivamente.

"Nosotros tenemos un portafolio de distintas cervezas artesanales, contamos con Cucapá y Bocanegra como nuestras marcas principales", explicó Pablo Elizalde, gerente legal de Grupo Modelo.

Durante el 2012 el grupo sacó a la venta As de Oro y Azabache con la finalidad de conquistar al mercado especializado, no obstante, éstas ya no son parte de su catálogo de línea.

"Las dos grandes cerveceras no vieron a las artesanales como una amenaza al principio, luego con el crecimiento tan rápido de las pequeñas cervecerías se dieron cuenta que había un potencial de mercado y un consumidor ávido de probar cosas diferentes", comentó Javier Andreu, fundador de Primus.

A pesar de que la cerveza no industrial sólo representa el 0.1 por ciento del volumen total de la producción del sector (con 16 millones de litros) en el país, "crece a doble dígito y con más velocidad que la cerveza tradicional", explicó Max Félix, director de Especialidades de Heineken.

Según el Inegi, el volumen de ventas de la industrial creció 5.3 por ciento el año pasado respecto a 2016, mientras que la de corte artesanal aumentó 48 por ciento en el mismo periodo, revelan datos de la Asociación Cervecera de la República Mexicana (Acermex).

"La cerveza artesanal y premium está creciendo exponencialmente. Buscamos formar un colectivo de marcas de cerveza artesanal y de especialidad para poder proporcionarles a nuestros consumidores un portafolio auténtico y variado", explicó el representante de Modelo.

Las razones por las cuales algunos emprendedores venden su empresa artesanal, coincidieron las fuentes, son la capacidad de distribución que les brindan las grandes compañías y el monto que les ofrecen por sus empresas.

Según Jesús Briseño, fundador de Cervecería Minerva, las grandes firmas pagan por una compañía artesanal un múltiplo hasta 10 veces más elevado comparado con el que se cierra una operación del sector en general.

"Tú como dueño de una cervecería artesanal, cuando en el mercado normal por tu empresa te estarían pagando múltiplos de 10 veces la utilidad neta del año, si te compra una cervecera grandota te estaría pagando hasta 80 o 100 veces", explicó.

A pesar de las compras realizadas en los últimos tres años, Heineken y Modelo negaron que vayan a realizar más adquisiciones en el corto plazo para dedicarse al fortalecimiento de las marcas que ya poseen.

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