Las compañías de autopartes Nemak y Rassini perdieron la semana pasada 179 millones de dólares de su market cap en la BMV ante la presión ejercida por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, al sector automotriz mexicano.
La cancelación de la construcción de la planta de Ford en San Luis Potosí ha influído en la cotización de varias firmas.
Trump también amenazó a Toyota y a General Motors (GM) de imponerles un impuesto si vendían autos fabricados en México cuando podían hacerlo en Estados Unidos.
El 61 por ciento de los ingresos de Nemak proviene de la región Norteamérica y Ford representa su principal cliente al aportarle 25 por ciento de las ventas, mientras que a GM le significa un 18 por ciento.
En Rassini, quien cuenta con una planta en Michigan, GM le aporta 41 por ciento de sus ventas anuales, y a Ford un 28 por ciento.
La semana pasada, las firmas de autopartes aclararon que a pesar de esta presión, no ven peligro para sus operaciones, pues cuentan con amplios contratos dentro y fuera de México. "Una renegociación en el TLCAN no implicaría un reacomodo de la capacidad instalada e inversiones anunciadas en México ya que el proceso tomaría más tiempo que la presidencia de Trump y afectaría al consumidor y las empresas", dijo José Ma. Flores, analista de Ve por Más.