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El Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó los estatutos sociales constitutivos de las empresas mayoristas que derivarán de la separación Telmex y Telnor, el Plan de Separación Funcional ordenado en febrero pasado por la autoridad reguladora.
Los estatutos establecen la prestación exclusiva de servicios mayoristas de telecomunicaciones como el objeto social de las nuevas empresas -es decir, que no darán servicio al usuario final, sino solamente a los operadores- que regularán su estructura y funcionamiento de sus órganos de decisión, administración y gobierno corporativo durante el periodo de transición.
A través de un comunicado, el Instituto detalló que con esta aprobación se podrá dar paso a la constitución de las tres sociedades: las empresas mayoristas de Telmex (UMT) y Telnor (UMNOR), así como la de su sociedad controladora (SUM).
"Los estatutos aprobados por el Pleno contemplan que el Agente Económico Preponderante (AEP) tenga la opción de nombrar a un administrador único o a un consejo de administración temporal que le permita cumplir con el segundo hito del calendario, correspondiente a la constitución de UMT, UMNOR y SUM, y que operará máximo hasta el 31 de diciembre de 2018, fecha límite para que quede conformado el Consejo de Administración Independiente de UMT y, en su caso, el de UMNOR", explicó IFT en un comunicado.
La separación funcional fue ordenada por el IFT como resultado de la revisión bienal sobre la efectividad de la regulación asimétrica impuesta al AEP en el sector de telecomunicaciones en marzo de 2014.
En esa revisión, la autoridad reguladora determinó separar funcionalmente a la empresa que tiene la red local de mayor cobertura en el territorio nacional como una medida adicional para asegurar que los operadores tengan acceso efectivo a insumos esenciales en los mismos términos y condiciones; es decir, acceso a la infraestructura en igualdad de condiciones.
El IFT refiere que esta medida, que deberá concluir su implementación a más tardar al cierre del primer trimestre de 2020, es consistente con las mejores prácticas internacionales implementadas en países como Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia, en donde se ha incrementado el acceso a la red del operador histórico por parte de los competidores y, con ello, la penetración del servicio de banda ancha fija.