Hace un mes, André El-Mann, CEO de Fibra Uno, manifestaba su alegría por haber acordado la compra del portafolio "Turbo", integrado por 18 propiedades entre hoteles, parques industriales y centros comerciales en Querétaro, Puerto Vallarta y Mérida, por unos 750 millones de dólares.
A 5 años y medio de su creación, el primer Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces en México tiene un área rentable de 7.7 millones de metros cuadrados, con lo que ya supera al piso de ventas de Wal-Mart de México y Centroamérica, es similar al de algunas 'REITs' (Real Estate Invesment Trust) de tamaño mediano en Estados Unidos como Regency Corp. y en su superficie caben más de 121 Estadio Azteca.
"Se ha ubicado como la Fibra más grande del sector, acompañado de una diversificación muy amplia en sus rubros de arrendamiento. Ha realizado diversas ofertas públicas (de títulos en la BMV), lo que le ha dado liquidez, para adquisiciones y nuevos proyectos", explicó Armando Rodríguez, analista de Signum Research.
Al cierre del segundo trimestre de 2016, su cartera inmobiliaria se componía de 493 propiedades, donde el 41 por ciento de su área rentable era comercial, 48 por ciento industrial y 11 por ciento de oficinas.
"El crecimiento observado por el fideicomiso se ha dado de manera inorgánica (vía adquisiciones), debido a la naturaleza de su negocio", explicó Marco Medina, analista de Fibras de Ve por Más.
Con la compra del portafolio "Turbo", el pasado mes de septiembre, la empresa agregó 508 mil metros cuadrados a su capacidad rentable, de los cuáles, 50 por ciento son del segmento comercial, 44 por ciento industrial y el restante 6 por ciento de oficinas.
"Tienen un espacio rentado muy alto, la superficie que tienen como no ocupada es mínima, esto les deja tener constantemente un portafolio en desarrollo. Además, las cuestiones de la volatilidad del peso no les afectan, porque sus rentas las tienen en dólares, esa es la belleza del asunto", explicó Juan Carlos Minero, director de Inversiones de Black Wall Street Capital Partners.
Al segundo trimestre del 2016, Fibra Uno registró una ocupación superior al 90 por ciento en todo el abanico de propiedades que posee.
"De las Fibras es la más 'sabrosa', debido a la buena diversificación en su portafolio, es la mejor estructurada, a pesar de que hay algunas que pagan mejores rendimientos como Fibra HD, pero es más pequeña", agregó Minero.
Para los expertos del sector, la Fibra está subvaluada debido a la incertidumbre económica y al alza en las tasas de interés llevadas a cabo en México.
En lo que va del año, Fibra Uno ha perdido 7.2 por ciento de su valor en la BMV, en contraste con la revaluación de 11 por ciento que registra el índice de las Fibras.
Sin embargo, su market cap alcanza los 113 mil 505 millones de pesos, lo que la ubica no sólo como el más grande del sector de Fibras, sino que supera el de empresas como OHL México, Alsea o Pinfra.
Si se incluyera en el top 20 de las empresas con mayor valor de la BMV, estaría en el lugar 18, por encima de Gruma y de Grupo Aeroportuario del Pacifico (GAP).
SEGUIRÁ ATRACTIVA
Expertos aseguran que, debido a su tamaño en el mercado, Fibra Uno puede ofrecer precios competitivos en las rentas de sus inmuebles, donde ya alberga a gigantes corporativos como Uber o AT&T.
"Debido a que aún existen muchos inmuebles en México que pueden ser adquiridos por las Fibras, considero que el negocio de Fibra Uno puede seguir siendo redituable. Además, mientras mantengan buenos niveles de ocupación, y el flujo que generen los edificios siga alto, sostendrá buenas distribuciones (de dividendos) a los inversionistas" consideró Medina.
Es posible, agregó el experto, que Fibra Uno mantenga su estrategia combinada de compra y desarrollo de inmuebles hacia adelante.
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