En noviembre próximo se elegirá al nuevo presidente de Estados Unidos, proceso que podría dejar 'heridas' en algunas compañías, pues el apoyo que expresan accionistas o directivos de éstas por alguno de los candidatos puede poner en tela de juicio su imagen. Sin embargo, en ingresos y flujos de operación no se refleja este efecto.
Bernard Marcus, cofundador de The Home Depot, tiene 14 años a que dejó la firma que vende artículos para el hogar, pero hace unas semanas manifestó su apoyo a Donald Trump y decenas de personas en México expresaron su descontento con la empresa.
En junio del presente año, después de que el fundador de The Home Depot publicó su simpatía por Trump, usuarios de redes sociales en México crearon #fuckTheHomeDepot, reflejando su molestia e incitando al público a no comprar en las tiendas de la cadena en México.
"@HomeDepot no sólo perdió un cliente, sino que daré de baja su tarjeta Banamex por los comentarios que hizo su fundador…..No compro más", dijo el usuario de twitter Ariel Carranza.
A pesar de eso, The Home Depot reportó que sus ventas en México siguieron con un crecimiento de doble dígito al cierre del segundo cuarto de 2016, cumpliendo así casi 13 años con alzas superiores al 10 por ciento.
Expertos en marketing refieren que al final el consumidor no es tan radical, pues incluso en casos locales, no se ve que las empresas enfrenten una represalia ante situaciones políticas.
"Las empresas nunca se ponen en medio de disputas políticas, pero cuando ven a uno de sus directivos en alguna de las reuniones de un partido, puede ocasionar su desprestigio, frente al resto de la sociedad, como fue el caso de Monex en las pasadas elecciones federales de México", dijo Miguel Ángel de la Torre, director de estrategia de la firma de mercadotecnia Quarks Consultoría Creativa.
A pesar del "escándalo" y que la FEPADE investigó la relación entre Monex y el PRI, los ingresos del grupo aumentaron más de 10 por ciento en 2012 y mantuvo un avance de doble dígito en los siguientes años en ese rubro.
Manuel Camacho, director y fundador de la agencia de publicidad La Doble Vida, dijo que en Estados Unidos es normal que los empresarios se expresen abiertamente en apoyo de un candidato y que incluso la gente actúe ante ello, pero que en México es diferente.
"En el país (México) las relaciones entre políticos y empresarios siempre se mantienen debajo del agua, siempre existieron, pero se mantiene una discreción extrema de esas relaciones, como si fuera algo malo y las personas en este país siempre lo toman así, porque luego escuchan de casos de favores y corrupción, pero no siempre es malo… Al final no es algo que afecte en su presencia (como es el caso de The Home Depot), pues no somos tan radicales como parecemos", expresó el experto.
TAMBIÉN APOYAN AL REPUBLICANO
Otros empresarios que están al frente de corporativos con fuerte presencia en México y que apoyan a Trump son: Peter Thiel, cofundador de PayPal y miembro del Consejo de Administración de Facebook; Bernie Ecclestone, director general del grupo Fórmula Uno; Rupert Murdoch, director ejecutivo y principal accionista de Fox; y Carl Icahn, director general de Federal-Mogul, firma automotriz proveedora de plantas.
Por otro lado, la candidata demócrata Hillary Clinton tiene el respaldo de ejecutivos como Jeffrey Brotman, presidente y CEO de Costco; Omid Kordestani, presidente de Twitter; Eric Schmidt, presidente de Alphabet Inc (dueña de Google); Hamid R. Moghadam, director general de Prologis, y Tim Cook, CEO de Apple.
Miguel Ángel de la Torre, director de estrategia de Quarks Consultoría Creativa, recomendó a los ejecutivos mantenerse alejados de temas políticos, asignando a un vocero para que exalte los valores de la compañía.
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