Las empresas mineras están impulsando el negocio de la energía renovable en México ante el fuerte aumento que acumularon los precios de la electricidad en los últimos 10 años y la oportunidad que representa la reforma energética para vender sus excedentes a terceros.
A pesar de la caída de más de 50 por ciento en los precios del petróleo desde julio pasado, la tendencia de la industria es migrar a energías limpias y los costos de las gasolinas, como el diésel, están fijados por el gobierno.
En los últimos tres años, empresas del sector como Grupo México, Peñoles y Autlán destinaron más de mil 326 millones de dólares en proyectos eólicos, hidroeléctricos y de vapor. Los desembolsos de las mineras representan 26 por ciento de la inversión total que se realizó en energías renovables en México del 2012 al 2014.
El sector minero es el quinto más intensivo en el uso de electricidad, al consumir anualmente 36.294 petajoules, superado por industrias como la cementera y la acerera. Un petajoules equivale a 277 mil 778 megawatts/hora.
Según Ricardo Arce, director de una subsidiaria de Grupo México, la electricidad significa el 30 por ciento de los costos totales en los proyectos mineros.
"Los argumentos a favor de las grandes inversiones en energías renovables van más allá de la sostenibilidad y la responsabilidad social y ahora se han convertido en una razón económica sólida para la rentabilidad del negocio minero", dijo Mike Elliot, analista líder en industria minera y metales de EY.
Según información de la Secretaría de Energía, en México la tarifa eléctrica para uso industrial casi se triplicó en los últimos 10 años, al pasar de 48 a 138 centavos el kilowatt/hora. Grupo México ya genera el 100 por ciento de su consumo de electricidad mediante generación propia, por medio de las dos plantas de ciclo combinado que realizó con apoyo de la firma alemana Siemens.
Leopoldo López, subdirector de Vinculación y Comunicación de Peñoles, comentó que actualmente 24 por ciento de la energía requerida por sus operaciones proviene de fuentes renovables y continúan trabajando en la mejora de sus capacidades y eficiencias, mientras que Autlán cubre 40 por ciento de sus necesidades de energía con fuentes renovables. La firma invirtió 175 millones de dólares en la construcción de una central de energía eólica en la zona de La Ventosa, Oaxaca, y destina actualmente otros 300 millones en un parque eólico en Coahuila.
Por otro lado, Grupo México, por medio de su división de infraestructura, invirtió 697 millones de dólares en plantas de cogeneración en Buenavista del Cobre y otros proyectos energéticos limpios durante 2013 y 2014, lo que le permitió autoabastecerse de electricidad.
"La entrada en operación de las plantas de energía de ciclo combinado permitirán ahorros de más de 50 millones de dólares anuales en los costos de energía eléctrica de la división minera, al mismo tiempo que generan ingresos y retornos de inversión significativos a nuestra división de infraestructura", dijo en su más reciente informe el grupo encabezado por Germán Larrea.
Autlán, por su parte, tiene un agresivo plan para fortalecerse en el negocio energético. La firma mexicana planea construir dos parques eólicos para vender electricidad a terceros, así como poner en marcha dos proyectos hidroeléctricos para consumo propio. Estas dos hidroeléctricas se sumarán a su central de Atexcaco, Puebla, en la cual tienen un plan de inversión de 110 millones de dólares para los próximos cinco años.
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