CIUDAD DE MÉXICO.- MVS Multivisión, a través de Dish México, TV Azteca y Televisa entraron en conflicto por las diversas medidas regulatorias contenidas en la reforma de telecomunicaciones, que se promulgó el 10 de junio de 2013.
A días de que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determine a los agentes económicos preponderantes, Dish México presentó un escrito al regulador para solicitarle que declare a Grupo Televisa como agente económico preponderante en el segmento de la radiodifusión y las telecomunicaciones.
"Dish México (solicitó) que Grupo Televisa y las empresas que lo integran sean declaradas como agentes económicos preponderantes en los sectores de radiodifusión y telecomunicaciones, en virtud de que su participación nacional es mayor al 50 por ciento, tanto en audiencia (TV abierta) como en suscriptores (TV restringida)", dijo la firma en un comunicado.
Dish solicitó al IFT que al determinar la preponderancia de Grupo Televisa, se le imponga una regulación asimétrica que genere un mayor equilibrio en los mercados de televisión abierta y restringida.
La regulación asimétrica solicitada por Dish incluye obligaciones específicas en materia de contenidos, prohibiciones para desplazar a competidores vía acuerdos de exclusivas, medidas relativas al mercado de publicidad en televisión abierta, obligaciones específicas sobre retransmisión de contenidos, estímulos a la producción nacional independiente, prohibiciones sobre directorios cruzados y obligaciones en materia de separación contable, informó MVS.
AZTECA RESPONDE
Al mismo tiempo, TV Azteca, a través de un comunicado oficial, dijo que Joaquín Vargas, presidente de Dish México, miente al señalar que los suscriptores de Dish cuentan con los canales de televisión abierta de forma gratuita, ya que sus suscriptores pagan una tarifa por recibir las señales de Azteca.
"Así lo confirma el hecho de que Dish haya incrementado sus tarifas a partir de la entrada en vigor de la Reforma Constitucional en Telecomunicaciones", dijo la televisora del Ajusco.
A decir de la empresa de Grupo Salinas, Dish opera al margen de la Ley porque no tiene derechos, ni permisos para tomar el contenido realizado por la televisora.
Con estas acciones, Dish interpreta la Constitución por encima de las autoridades facultadas para ello, generando un daño incuantificable a la industria de telecomunicaciones y poniendo en riesgo a miles de trabajadores y productores de programas de televisión, según Azteca.