El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo el sábado que el gobierno no tiene planes de incrementar los impuestos a los combustibles, un día después de que la estatal Petrobras anunció un recorte en los valores del diésel y la gasolina en el país.
La disminución de los precios de los combustibles anunciada el viernes por Petrobras implicó un cambio significativo frente a años de políticas basadas en fijación gubernamental de los valores que costaron a la compañía miles de millones de dólares.
Los comentarios de Temer podrían aplacar las especulaciones de los mercados respecto a que el Gobierno intentaría elevar el impuesto CIDE a los combustibles como una forma de compensación por los ingresos perdidos.
"El CIDE, no", dijo a periodistas durante una visita oficial a India. "No hay planes en este momento para eso", aseveró.
Temer, quien reemplazó a la destituida mandataria Dilma Rousseff tras un juicio político, dijo que en este momento un aumento de impuestos iría en contra de los esfuerzos del nuevo Gobierno por controlar los gastos públicos, particularmente a través de una propuesta de enmienda constitucional para limitar los costos.
"Cuando pensamos en una forma de límite al gasto público, pensamos precisamente en evitar cualquier tipo de nuevo impuesto", declaró.
Pese a la caída de los precios internacionales del petróleo en los últimos años, el recorte de Petrobras fue el primero para los valores de los combustibles brasileños desde 2009. La medida, que entró en vigencia el sábado, redujo los precios del diésel en 2,7 por ciento y los de la gasolina en 3,2 por ciento.