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Procter & Gamble, uno de los mayores anunciantes del mundo, mantuvo su publicidad fuera de YouTube durante más de un año, debido a la preocupación por el contenido inapropiado. Ahora vuelve al sitio de videos, pero con una actitud mucho más selectiva que antes.
La gigante de los artículos de consumo autorizó esta semana a sus marcas a comprar spots en YouTube, según la compañía con sede en Cincinnati.
Dueña de marcas tan conocidas como Crest y Tide, P&G dejó de gastar en YouTube en marzo de 2017 a raíz de la indignación que provocaron los videos extremistas y de otros contenidos perturbadores.
El boicot se extendió a otros anunciantes importantes, lo cual llevó a Google de Alphabet a reformar las políticas de YouTube y contratar más moderadores humanos para depurar el servicio.
"Interrumpimos la publicidad y en los últimos 12 meses hemos trabajado a fondo con YouTube para mejorar la seguridad de la marca. Ahora consideramos que se han implementado las medidas correctas para que las marcas P&G tengan la opción de publicitar en YouTube.", dijo Tressie Rose, portavoz de P&G.
El jueves, CNN informó que más de 300 anunciantes publicaron involuntariamente avisos en videos de YouTube que avalaban la supremacía blanca, la pedofilia y otras posturas extremistas. Cuestionada respecto de si mantenía sus planes de volver al servicio de videos después de esa noticia, P&G confirmó la decisión.
"Valoramos la asociación con P&G y esperamos seguir trabajando con ellos", detalló YouTube en un comunicado.
Sin embargo, esta vez P&G está haciendo las cosas de otra manera. Planea hacer publicidad sólo en videos que la compañía haya revisado y aprobado. Estos clips van a provenir de menos de 100.000 canales de YouTube, según P&G.
La compañía antes comercializaba a través de unos 3 millones de canales de YouTube. P&G no accedió a hacer declaraciones sobre la suma que gastará en el servicio de videos.
Recuperar a P&G es, de todos modos, un gol para Google. El boicot publicitario a YouTube arruinó uno de los negocios de mayor crecimiento del gigante de internet.
El impacto financiero exacto se desconoce dado que Google no informa los resultados de YouTube, y el negocio publicitario más amplio de la empresa ha seguido creciendo.
En un anuncio de resultados de febrero, el máximo responsable de Google, Sundar Pichai, dijo a los inversores que la compañía trabajaba en ese momento para "responder con fuerza" a la preocupación de los anunciantes con respecto a YouTube.
Google otorgó a los anunciantes el control de dónde y cómo publican sus avisos en YouTube. En enero, introdujo un amplio conjunto de cambios, como por ejemplo, la promesa de revisar manualmente toda la publicidad en Google Preferred, la colección más cara y más populares de videos.
P&G mantuvo su resistencia después de esos cambios y ahora obtendrá un control aún mayor.
Mark Pritchard, director de marca de P&G, ha sido uno de los críticos más vehementes de la creciente automatización de la publicidad digital, una industria que Google domina.
En un cónclave a comienzos de 2017, Pritchard denunció al sector por no frenar como corresponde los problemas de fraude y medición de la publicidad. "No queremos perder tiempo ni dinero en una cadena de abastecimiento de medios de porquería", dijo en ese momento.