Aplicar o no una regulación a las plataformas Over The Top (OTT) como Netflix, Clarovideo o blim, es una discusión que ha tomado fuerza ante el auge de estos nuevos modelos de negocio.
Para Elena Estavillo, comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el objetivo por sí mismo no es la aplicación de una regulación sino tener un mercado competitivo que otorgue beneficios a los usuarios. Sin embargo, apuntó que, de aplicarse a este segmento, la regulación debe aportar y no estorbar a los mercados.
En ese sentido, la funcionaria apuntó que el dinamismo en el sector telecomunicaciones ha marcado el camino de entrada a las nuevas plataformas como proveedores de contenido derivado de las transformaciones, gustos y demanda de las audiencias, cuyo ritmo de penetración, en su opinión, comienza a incidir en las políticas de las empresas para generar otros formatos de oferta de contenidos.
Cuestionada sobre si es necesario aplicar una regulación a los OTTs, Estavillo apuntó que debe hacerse siempre y cuando sea necesario, aunque no descartó que en el futuro se aplique una regulación a las plataformas que operan en México.
"Para que la regulación sea efectiva y tenga un beneficio debe haber una verdadera necesidad y que surja un nuevo servicio no es en sí mismo una necesidad de regulación, tiene que haber un objetivo claro y por esa misma razón nosotros como reguladores y otros en muchos países seguimos observando lo que está pasando en los nuevos modelos de negocio", agregó.
En esa línea, precisó que el entorno aún es complejo de analizar. En su visión, los OTTs aprovechan la infraestructura de otros proveedores pero también, generan tráfico y a su vez, ingresos para estos proveedores.
"No podemos ver solamente el efecto en una parte de la cadena, hay que verlo en todo el entorno y si al final de cuentas el efecto es beneficioso pases los diferentes componentes del entorno, entonces ¿cuál es el daño, cuál es la necesidad, cuál es la distorsión con la que habría que regular?", agregó.
No obstante, señaló que si fallara la libre entrada de competidores y si los consumidores no se benefician, habría que poner un remedio.
"Y entonces, el remedio podría ser una regulación; pero mientras se esté dando este funcionamiento sano del mercado, hay que dejar que el mercado se desarrolle", finalizó.