Inversionistas mineros se han decepcionado de México porque encuentran inestabilidad política, impuestos agresivos a su actividad, una regulación ambiental inflexible y más inseguridad, revela una encuesta del Instituto Fraser.
En 2012, el 75 por ciento de los inversionistas mineros se veía motivado a mandar capitales a México, pero después de la modificación fiscal que aplica 7.5 por ciento a la utilidad de operación por extracción, este porcentaje bajó a 47 por ciento, revela la encuesta levantada en el 2013.
Jorge Ruiz, abogado minero de la firma de asesoría legal Baker & Mckenzie, dijo que el impuesto va en detrimento de los nuevas planes de crecimiento del sector, por lo que se tiene que resolver el tema de amparos solicitados por las compañías.
"La autoridad federal deberá reflexionar sobre el impacto de su reforma fiscal en esta industria, escuchar más al sector y comparar nuestro país con otros competidores mineros", aseveró el ejecutivo.
El tema de estabilidad política representó otro motivo para no destinar inversiones, pues el porcentaje de confianza bajó de 76 a 55 por ciento entre 2012 y 2013, indica la encuesta.
Por otro lado, sólo 13 por ciento de los encuestados se sintió seguro físicamente en México. José Martínez, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, dijo que esto ha prevalecido por muchos años pero que en últimas fechas se agudizó.
En el rubro del sistema legal, el 45 por ciento de los empresarios confiaba a finales de 2013 en el cumplimiento de la ley, mientras que un año antes era 53 por ciento.
"Apenas las autoridades se están dando cuenta de lo que sucedía en estos problemas, por lo cual las inversiones del sector en seguridad han tenido que elevarse o retirarse por completo en algunos casos", agregó Martínez.
