BOGOTÁ.- Dos empresas del magnate mexicano Carlos Slim están interesadas en el proyecto de recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, el más importante de Colombia, que requerirá de inversiones por unos 857 millones de dólares, informó el martes el gobierno de ese país.
Inicialmente el consorcio Navelena, conformado por la firma colombiana Valorcon y la brasileña Odebrecht, ganó el proyecto en el 2014. Pero la obra quedó en un limbo después de que Odebrecht, el conglomerado de ingeniería más grande de Latinoamérica, anunció en mayo de este año que cedería entre el 50 y el 75 por ciento de su participación.
"Las nuevas firmas interesadas son la Promotora del Desarrollo de América Latina (IDEAL) y FCC Américas, del grupo mexicano Carso de propiedad del industrial Carlos Slim", dijo un comunicado de La Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (CORMAGDALENA).
El contrato del proyecto le permitía a Odebrecht ceder la mayoría de su 87 por ciento de participación en Navelena a otra firma bajo circunstancias extraordinarias. Inmediatamente no se pudo establecer si la firma brasileña pretende ceder toda su participación en el proyecto.
El presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, Luis Fernando Andrade, dijo que las empresas interesadas deberán presentar el 28 de octubre una carta de compromiso de la banca de inversión Goldman Sachs para financiar el proyecto.
No fue posible obtener inmediatamente comentarios de las firmas de Slim interesadas en el proyecto. FCC construye actualmente el túnel más largo de Colombia, realizó el dragado del río Bogotá en las inmediaciones de la capital y construyó la nueva torre de control del aeropuerto de El Dorado, también en Bogotá.
El proyecto del Magdalena busca incrementar el transporte de carga en el río a cerca de 10 millones de toneladas para el 2029, en un intento por reducir los costos de carga e impulsar las exportaciones de productores de materias primas y compañías agrícolas.
Odebrecht está involucrada en la mayor investigación de corrupción en Brasil por acusaciones de conspirar para cobrar sobreprecios a la estatal Petrobras y de usar parte del dinero para sobornar a políticos.
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