Toyota Motor dijo este lunes que pretende invertir 10 mil millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cinco años, manteniendo así su ritmo de gasto en la última mitad de la década.
La declaración convierte al mayor fabricante de vehículos de Japón en el último en responder a las presiones del presidente electo estadounidense, Donald Trump.
Jim Lentz, máximo ejecutivo de Toyota para Estados Unidos, delineó las intenciones de la compañía en una entrevista concedida a Bloomberg Television el marco del Salón Internacional del Automóvil de América del Norte en Detroit.
Donald Trump criticó la semana pasada el anuncio que hizo Toyota 20 meses antes en cuanto a que construiría una fábrica en México para ensamblar autos compactos Corolla a partir de 2019, señalando en un tuit que la compañía debería construir la planta en Estados Unidos o pagar un "gran impuesto en la frontera".
La firma, con sede en la ciudad japonesa de Toyota, ya fabrica el modelo Corolla en una planta en Mississippi.
Toyota inició el mes pasado las obras de la planta en Apaseo el Grande, Guanajuato, la que aumentará la capacidad de fabricación del modelo. La empresa asegura que esto no provocará una disminución de la producción o el empleo en Estados Unidos.
La planta significa una inversión de mil millones de dólares y genera 2 mil empleos directos y 2 mil empleos indirectos.
La compañía dijo la semana pasada que efectuó una inversión directa de 21 mil 900 millones de dólares en Estados Unidos y apuntó a sus 10 fábricas, mil 500 concesionarias y 136 mil empleados en el país.
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