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Y tras el sismo, crece la demanda de espacios de ‘coworking’

Los movimientos telúricos de septiembre  causaron afectaciones en 3 mil 800 inmuebles en la Ciudad de México, de los cuales alrededor de 30 por ciento son oficinas, lo que provocó el aumento de la demanda de las oficinas compartidas.

Iván Moreno trabaja para una empresa de marketing, cuyas oficinas en Reforma resultaron dañadas por el temblor del pasado 19 de septiembre. Esto obligó a la compañía a mudar sus operaciones al espacio de coworking WeWork ubicado en la misma zona.

Situaciones como ésta provocaron que las solicitudes de espacios de coworking en la Ciudad de México se dispararan a partir del sismo que azotó a la urbe hace dos semanas, ante los daños que sufrieron algunos edificios de oficinas y la necesidad de las empresas de no parar operaciones.

Según estimados de expertos, desde la semana en que tuvo lugar el movimiento telúrico la demanda de las llamadas oficinas compartidas o coworking -donde por una cuota de entre 80 y 300 dólares mensuales por persona se accede a un espacio de trabajo ya equipado- se elevó entre 35 y 40 por ciento frente a septiembre de 2016.

Cati Cerda, directora general de Regus México, explicó que la búsqueda de estos espacios subió más de 35 por ciento anual en septiembre de 2017 -básicamente en las dos semanas posteriores al sismo-, lo que significó un movimiento relevante al considerar que en el año la demanda se había estancado.

En la CDMX, cerca de 3 mil 800 inmuebles fueron afectados por el sismo de magnitud 7.1, según cifras preliminares de Protección Civil; además estimaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción indican que alrededor de 30 por ciento de esos inmuebles pudieron haber sido oficinas.

"Sí se vio incrementada fuertemente la demanda, sobre todo en algunos como WeWork. Mucha gente sí está tomando estos espacios que ya tienen todo listo para usarse. Tenemos casos que, si normalmente estaban recibiendo dos llamadas diarias, ahora reciben cinco, la demanda se duplicó", dijo Víctor Lachica, CEO de Cushman & Wakefield México.

Las compañías buscan espacios de coworking porque el acceso es casi inmediato -en menos de 24 horas- y no tienen que desembolsar inmediatamente en mobiliario, ni en la renta de un nuevo edificio, cuyos costos mensuales pueden superar los 35 dólares por metro cuadrado (m2).

En el sector operan empresas como WeWork, CowDF, Regus, IOS Offices, Urban Station, Numa, Punto Working Space y Distrito Central, que en conjunto poseen alrededor de 45 mil metros cuadrados de área bruta rentable en la CDMX, al considerar el promedio de 450 m2 que tienen estos lugares según la consultora HOK.

Cifras del portal coworker.com y de Global Coworking Map revelan que actualmente hay alrededor de 122 espacios de coworking en la CDMX, por arriba de los 20 que operaban al cierre de 2015.

"Desafortunadamente hay muchos espacios de trabajo en la CDMX que han quedado inhabilitados y eso sí ha tenido un efecto en la demanda de WeWork. Muchas personas y empresas se han acercado a nosotros en búsqueda de soluciones temporales o permanentes", relató Eduardo Molina, gerente general de WeWork México y Colombia.

Tras un año de operaciones en México, el lunes pasado WeWork inauguró dos nuevas sedes: en Polanco y Park Plaza, en Santa Fe.

Aunque la alta demanda seguiría hasta el cierre de 2017, analistas dijeron que el efecto es temporal, en lo que muchos de los afectados logran reparar sus inmuebles.

"Hay muchas empresas que no pueden parar su trabajo. Es por ello que vimos que los espacios de coworking tuvieron un gran incremento en su demanda, pues tienen la posibilidad de contratar y que al otro día la gente ya esté trabajando. Yo creo esto va a ser en el corto plazo, pues a algunas empresas que requieren grandes espacios a la larga esto no les va a servir", dijo Fernanda Trillo, vicepresidente de Coldwell Banker Commercial.

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