Al mismo tiempo que James Quincey, CEO de Coca-Cola, se establece en su nuevo puesto, se enfrenta a un desafío del que la mayoría de sus predecesores nunca se preocuparon: la disrupción digital.
Los consumidores están cada vez más comprando en línea, pasando más tiempo en aplicaciones móviles, y haciendo que los alimentos sean entregados a sus hogares.
Y eso está afectando a Coca-Cola de una forma que usted no se imagina, dijo Quincey en una entrevista desde su oficina en Atlanta.
Cuando los compradores dejan de ir al centro comercial y compran su ropa en Amazon, también dejan de comprar Coca-Cola en una máquina expendedora o en el área de comida.
O, por ejemplo, poniendo un caso típico en México, al hacer el súper en línea se compran menos refrescos en la zona de cajas.
Así, mientras que la caída de los minoristas se ha enfocado principalmente en las cadenas de ropa en bancarrota y aparadores cerrados, una marca como Coca-Cola está también sufriendo.
"Lo digital está cambiando la forma en que te comportas", dijo. "Afecta a otras categorías que no son la principal razón por la que pensó en hacer el viaje de compras".
Convertir a Coca-Cola en una ganadora de la era digital - en lugar de otra víctima - es una prioridad clave para Quincey.
Los desafíos tecnológicos que enfrenta el ejecutivo de 52 años de edad, que tomó las riendas de Muhtar Kent el 1 de mayo, se agravan por una reacción negativa contra las bebidas azucaradas.
La conmoción ha llevado al gigante del refresco a invertir en nuevas marcas como Suja Life y Aloe Gloe, que atraen a consumidores más conscientes de su salud.
Quincey también está recortando los gastos y recortando filas en sus plantas embotelladoras por todo el mundo en un intento de resurgir como una operación más sencilla y más enfocada.
Mientras sus ventas caen, Coca-Cola ha visto disminuir su acción un 3.8 por ciento en el último año. Esto se compara con una ganancia del 16 por ciento para el índice Standard & Poor's 500.
Pero la tecnología es el enfoque principal para Quincey, un inglés que ha pasado más de dos décadas en Coca-Cola.
Él busca modernizar la compañía de 131 años y se jacta de que apenas hay papel en su prístina oficina. (Echando un vistazo a un documento solitario sentado en un gabinete, Quincey se disculpa de que una pieza "entró").
El autoproclamado techie conduce un Tesla y utiliza un escritorio de pie. Quincey, que habla con fluidez en español, le gusta poner sus llamadas en altavoz y pasea alrededor de la habitación mientras habla.
El poder disruptivo de la tecnología ha sido especialmente pronunciado en algunos mercados del extranjero, incluyendo China.
Cuando Quincey fue director de operaciones a principios de 2016, vio que las ventas en ese país se desplomaron, afectadas por una disminución en las ventas a las tiendas de fideos y otros restaurantes.
Las tiendas en sí no eran el problema - todavía estaban vendiendo grandes cantidades de comida - pero más clientes estaban pidiendo en línea y a domicilio.
El problema para Coca Cola: Los restaurantes ofrecían botellas de vidrio y tamaños que no eran adecuados para ser transportados a través de scooter.
Al mismo tiempo, la tecnología está ayudando a Coca-Cola a reducir sus propios costos . Por un lado, la empresa ya no está construyendo software personalizado para ejecutar cosas como recursos humanos y pago de facturas, dependiendo en cambio de sistemas listos más baratos.
Los avances tecnológicos también han hecho que algunos trabajos en Coca-Cola sean obsoletos. La empresa está actualmente recortando mil 200 posiciones, en parte porque está recortando plantas embotelladoras.
"La tecnología ha proporcionado muchas nuevas maneras de hacer las cosas, y al final, eso desplaza un poco de trabajo y a algunas personas", dijo. Tienes que adaptarte.