Financial Times

Arabia Saudita olvida su 'mantra petrolero' y tomaría represalias si EU lo convierte en un blanco

La resolución de la capital de Arabia Saudita de mantener la producción a niveles altos se pondrá a prueba producción petrolera.

Durante 45 años, Arabia Saudita se ha adherido a un mantra de nunca usar su poder como el mayor exportador de petróleo del mundo para amenazar a sus aliados occidentales.

Pero en una señal de la presión impuesta por la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, comenzó a denegar esa postura de larga data el fin de semana pasado, advirtiendo que podría tomar represalias si EU lo convierte en un blanco a través de su "papel influyente y vital" en la economía mundial.

Para un mercado petrolero acosado por muchas preocupaciones — desde las renovadas sanciones de EU a Irán hasta el colapso de la producción de crudo en Venezuela — los comentarios de Arabia Saudita fueron un claro recordatorio del papel clave que desempeña en los mercados energéticos, pero también plantearon un interrogante sobre la estabilidad de su política petrolera en un momento de cambio en el reino.

Aunque Arabia Saudita comenzó rápidamente a limitar las reacciones negativas ante la declaración el lunes, con el ministro de energía, Khalid al-Falih, reiterando el compromiso del país de mantener los mercados bien abastecidos, algunos en la industria se mostraron inquietos por la impetuosa declaración que parece venir de los niveles más altos del reino.

"Es extraordinario, ya que los saudíes históricamente han mantenido separados la política y la economía, pero en este momento están tratando de recordarle al mundo sobre su fortaleza", dijo Gary Ross, un experimentado observador de petróleo que dirige Black Gold LLC. "Es poco característico, pero refleja el nuevo liderazgo del reino", agregó, refiriéndose al príncipe heredero Mohammed bin Salmán, conocido como MBS.

El príncipe Mohammed, quien ha consolidado su posición como el sucesor del trono detrás de su padre, el rey Salmán, ha tratado de cultivar una reputación como reformador, a la vez que se ha convertido en el principal factor decisivo para todo, desde el petróleo hasta la política militar.

Pero aunque pocos dudan de la capacidad del príncipe Mohammed para dominar los mercados de petróleo — el reino produce más de 11 por ciento del crudo a nivel mundial y exporta al menos 7.5 millones de barriles por día (b/d) — la mayoría de los observadores creen que usar el petróleo como un arma sería riesgoso.

"Si bien los precios de la gasolina en EU subirían si Arabia Saudita decidiera reducir los suministros de petróleo, el uso del petróleo como arma también perjudicaría a los propios saudíes", dijo Jason Bordoff, fundador del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia.

"Aceleraría una transición hacia alternativas como los vehículos eléctricos y socavaría la reputación que Arabia Saudita ha construido en las décadas desde 1973 como un proveedor confiable".

La historia de 1973 se cierne sobre el reino. En ese entonces se unió a un embargo de petróleo contra países considerados como aliados de Israel en la guerra de Yom Kipur. Si bien el salto resultante en los precios de la energía se recuerda dolorosamente en el Occidente, el daño a largo plazo fue mucho peor para los productores, ya que las medidas de conservación finalmente disminuyeron la demanda de crudo en muchos países.

Cambios de política

La presión estadounidense, que podría incluir la posible imposición de sanciones económicas u otras medidas provocadas por la muerte del Sr. Khashoggi, puede alterar los cálculos de Riad. Si bien es poco probable que Arabia Saudita reduzca las exportaciones de petróleo de manera explícita o tome represalias en contra de EU de forma aislada, podría tomar medidas más sutiles.

Arabia Saudita ha aumentado la producción de petróleo desde principios de este verano, en gran parte en respuesta a los llamamientos del presidente de EU, Donald Trump, para ayudar a añadir suministros al mercado antes de que las sanciones contra las exportaciones de 2.5 millones de b/d de Irán entren en vigor el mes próximo.

Desde mayo, ha aumentado la producción en aproximadamente 700,000 b/d para alcanzar 10.7 millones b/d, y el Sr. Falih ha prometido que la producción seguirá aumentando el próximo mes.

Pero la decisión del reino de seguir con esta medida se podría debilitar si siente que ha sido el blanco de EU. Muchos observadores en la industria creen que Arabia Saudita está produciendo cerca del nivel máximo posible sin gastar cientos de millones de dólares en operaciones de perforación adicionales en sus yacimientos petrolíferos.

EU también ha estado presionando a Arabia Saudita para que llegue a una resolución con Kuwait sobre la llamada "zona neutral" donde comparten la producción de petróleo. Se ha suspendido la producción de aproximadamente 500 mil barriles por día durante cuatro años por una disputa territorial.

Si se deterioran las relaciones con EU, es posible que Arabia Saudita no se esfuerce por encontrar una solución rápida a ese problema de larga duración, el cual está impidiendo que barriles adicionales entren al mercado sin que el reino tenga que cambiar oficialmente la política de producción.

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